En la calle Génova 13 de Madrid, sede nacional del PP, no quieren pronunciarse aún sobre la guerra abierta entre el president del Govern y del PP, José Ramón Bauzá, y el alcalde de Palma, Mateo Isern. Este periódico se puso en contacto con el Partido Popular nacional y desde el departamento de comunicación explicaron que ningún dirigente de Madrid quería hacer valoraciones públicas sobre la disputa.

Fuentes populares que conocen el funcionamiento de Génova argumentaron que esta postura es habitual. Ellos prefieren trabajar de forma interna y no hacer valoraciones hasta que no se haya resuelto la incógnita de quien será el candidato de Palma.

En el entorno del alcalde aseguran que Mateo Isern está muy tranquilo y sereno. Incluso está bromeando sobre la polémica con sus concejales. Los allegados del primer edil están convencidos de que ya tiene la decisión tomada sobre si optará a ser candidato a Cort. Sin embargo, entienden que no la hará pública hasta que no concluya el plazo, que es el próximo jueves día 23 de octubre. Inciden en que no solo es una cuestión de estrategia para no desvelar sus cartas ante sus contrincantes. También influyen los consejos que ha recibido de Madrid.

Isern aseguraba el pasado domingo que estaba pendiente "de unas gestiones" para decidir si se presenta o no a la junta territorial de Palma, órgano que debe decidir entre los aspirantes que se inscriban.

El alcalde estaba pendiente de lo que puedan decirle de Madrid para dar el paso. Hay que recordar que José Ramón Bauzá le dijo claramente que no quería que repitiera de candidato y le retiró el apoyo de la cúpula del partido. Solo los mensajes de Madrid, pidiéndole que no se precipite, y los apoyos en privado del PP local han impedido que Isern haya arrojado la toalla.

Por primera vez en la historia del PP isleño se ha abierto un proceso interno para designar candidatos municipales, después de que la propia María Dolores de Cospedal paralizara las primarias que querían organizar Bauzá y Rodríguez para desbancar a Mateo Isern. En este caso, la cúpula del PP regional y de Palma puso en marcha el plan B que consiste en que, en los municipios donde exista más de un aspirante a candidato, la junta territorial o local decidirá.

Este proceso que se sacaron de la manga Bauzá y Rodríguez es calificado por los críticos como unas "miniprimarias". Asimismo, varios barones populares consultados apuntaron que es un hecho insólito en la trayectoria del PP abrir este proceso cuando se tiene a un alcalde que en las últimas elecciones cosechó una holgada mayoría absoluta.

Votaciones a mano alzada

La junta territorial del PP de Palma está absolutamente controlada por José María Rodríguez y acostumbran a realizar las votaciones a mano alzada, lo que merma las posibilidades de Mateo Isern si debe competir con otro candidato que cuente con el apoyo del aparato del partido. Las malas relaciones entre el president y el alcalde han convertido a Rodriguez en la figura clave para desbancar al primer edil.

No obstante, en los últimos días, y tras confirmarse que el alcalde había aplazado su decisión por petición de Madrid, la mayoría de los barones populares creen que Isern dará el paso y se presentará para aspirar a repetir como número uno en Cort. Es pública la buena relación de Isern con María Dolores de Cospedal.