En una misma semana nos sorprenden con su renuncia a la reelección el año que viene dos políticos tan antagónicos como Fina Santiago y Biel Serra, esgrimiendo además los mismos motivos.

La extraña coincidencia entre el adiós de la diputada de Més y el alcalde del PP de sa Pobla ha sorprendido a mucha gente en sus respectivos partidos. Pero especialmente en el caso del pobler, desata muchos interrogantes. El principal se resume en si Serra -una absoluta creación política de Jaume Font, de quien heredó hasta el mimetismo en los gestos y el modo de hablar y al que luego no siguió en su aventura de El Pi- abandona por voluntad propia o por maniobras oscuras de Bauzá.

El alcalde ha dado unas explicaciones por carta que no terminan de convencer a muchos de sus colegas del PP en la part forana. "Veo cosas raras en esta decisión", resumen. El argumento del interesado de que ha sido "muy meditada" queda relegado por la "falta de motivación para seguir cuatro años más" que alega luego. A los compañeros de Biel Serra tampoco les encaja la cronología de los hechos: recuerdan que hace unas semanas el alcalde desfiló como todos ellos ante Bauzá, para sondearle si entraba en sus planes de futuro. El presidente le dio la bendición para seguir, así que Serra volvió a sa Pobla como único candidato.

Contra todo pronóstico, el pasado lunes, reunida la junta local para el puro trámite de aplaudir la continuidad, Serra suelta que no se volverá a presentar. "Pilló a todos fuera de juego", describe el noqueo uno que estaba dentro. Dos gargantas del PP aseguran que Bauzá fue informado minutos antes de empezar la reunión; una tercera explica que el jueves anterior Serra ya comunicó sus intenciones en la sede de Palma. En cualquier caso, "habría tenido más sentido que hubiese anunciado antes que no repetiría y no convocar a la junta hasta después, para buscar alternativas y decidir los pasos a seguir", señalan las fuentes.

Muchos candidatos en el aire

Sa Pobla no es el único sitio donde la vacante de cabeza de cartel del PP tiene con la mosca detrás de la oreja a lo poco que queda del sector regionalista. Que a Biel Tauler le haya salido in extremis un rival en Felanitx -el exconcejal Pep Covas, afín de su enemiga y consellera insular de Medio Ambiente Catalina Soler-, o que Jaume Porsell regrese a Andratx para hacerse de nuevo con la alcaldía que hoy ostenta Llorenç Suau no se interpreta como una casualidad. Hay quien ve claramente maquinaciones del Consolat en estas 'bicefalias' -que aunque están prohibidas en el PP, en la práctica darán lugar a unas miniprimarias- teniendo en cuenta que Tauler y Suau son del grupillo de alcaldes 'conspiradores', que tanto han enervado a Bauzá.

"Si no fuera porque desde Palma no han podido encontrar a nadie alternativo, en Pollença también se habrían cargado a Tomeu Cifre", otro de los alcaldes críticos, asegura un dirigente del PP en la comarca de Inca. Sus homólogos en Alaró y Campos, Joan Simonet y Sebastià Sagreras -también con criterios muy distintos a Bauzá- son intocables gracias al blindaje de los terratenientes. Que también le muevan la silla en Selva a Joan Rotger no se explica sin la aquiescencia de Palma, y eso que si de algo adolece el vicepresidente del Consell es de un disciplinada obediencia... Y aunque no le consideran propiamente uno de los suyos, estas fuentes también creen que en la salida de Manu Onieva de Calvià ha pesado la falta de apoyos de Bauzá frente a las embestidas de Carlos Delgado.

Que a Martí Àngel Torres le dispute el puesto en Santa Margalida Ana Rodríguez -la mano derecha del exconseller Rafel Bosch- también escama a algunos alcaldes del PP, aunque la mayoría de consultados enmarcan este caso puramente en las típicas discrepancias en clave local; es lo que ocurre en Sineu, donde el PP libra una batalla interna para desbancar al alcalde Pere Joan Jaume por el joven concejal Tomeu Mulet, apadrinado por el exalcalde Pep Oliver.

Las incógnitas sobre quién será el candidato conservador en Manacor -no está confirmado que vaya a ser el abogado Pedro Rosselló- aumentan también la incertidumbre entre los regionalistas del PP. Tampoco hay número uno definido en Porreres, Bunyola -el otrora poderoso Guillem Estarellas también se resiente de su caída en desgracia en Educación-, Costitx, Lloret, Ariany o Petra -hay dudas sobre si el conseller de Salud Martí Sansaloni repetirá-. Tantos candidatos en el aire preocupa mucho a una parte del PP.

Un trío de contrarios para el relevo

Y sin olvidar sa Pobla, donde se abre ahora el melón para sustituir a Serra y tratar de mantener los 2.505 votos que el PP dio a Bauzá en 2011. De los 'colocados' en Palma, la que más suena es la diputada autonómica Margalida Serra, que en su día ya rivalizó con el alcalde para controlar la junta local. Ella dice que no aspira a la alcaldía, pero algunos no la creen. Esta hipótesis la que sustenta la teoría de una operación con sello de Bauzá para forzar la marcha de Biel Serra. Otro de los que podrían jugar es Antoni Serra, la sombra de Catalina Soler, más ducho que su compañera diputada en los entresijos de la política. Y en algunas quinielas también flota el nombre de la concejala Lydia Pérez, que al igual que el dúo tampoco es precisamente una fan de su alcalde. Fue premiada con un cargo en la Conselleria de Sandra Fernández sin pasar por él.

En la intimidad, Biel Serra mantiene la misma versión que en público para justificar su retirada. Solo añade que tiene 40 años y no quiere encontrarse con 44 dependiendo de la política y sin un camino profesional trazado. De hecho, deja caer que tiene una oferta en ciernes. Alguien que le conoce bien recalca que Serra está decepcionado con ciertas personas de su equipo, y "eso ha influido". Añade que si bien "ha terminado tragando con el TIL y demás para mantener la silla", sin duda "Biel se ha tenido que sentir incómodo muchas veces en esta legislatura por las cosas que hacían los suyos en Palma", reflexiona esta fuente. Su rifirrafe epistolar con el director de un colegio pobler de su misma generación que le leyó la cartilla fue sonado. "Él sabe que todo lo de Bauzá va en contra de de lo que él piensa", sentencia. El alcalde es licenciado en Filosofía por la UIB, donde se le recuerda por su cierta militancia catalanista.

"Biel es un tío muy inteligente, y se ve venir el tsunami -Podemos, Bauzá y el PP que pierden la mayoría...-. Debe haber sopesado el riesgo de pasar a la oposición en sa Pobla y tener que recibir hostias, y habrá visto que le convenía más una retirada a tiempo y digna", aventura la fuente, que rechaza que Bauzá le haya hecho la cama. Quizás no, pero desde luego su partida no quitará el sueño al presidente.