El alcalde de Palma, Mateo Isern, aplaza la decisión sobre su futuro político hasta la próxima semana por petición expresa de Génova, sede nacional del PP. El primer edil indicó el domingo que en cuatro días desvelaría si se presentaba para volver a ser candidato del PP a Cort o se marchaba a su casa, tal y como persiguen el president del Govern, José Ramón Bauzá, y el máximo mandatario de los populares de Palma, José María Rodríguez. Isern ha recibido en las últimas horas varios mensajes procedentes de la calle Génova donde le piden que no desvele todavía su futuro y les dé una semana más para buscar una solución al conflicto abierto.

El próximo jueves 23 de octubre termina el plazo fijado por la junta territorial del PP de Palma para que los aspirantes a liderar la candidatura popular a Cort se postulen ante José María Rodríguez. En el entorno del primer edil palmesano apuntan que lo más probable es que Mateo Isern agote este plazo para dar tiempo a Madrid.

En la cúpula del PP nacional no dan crédito a lo que está pasando en Mallorca con la campaña de derribo contra Mateo Isern. Especialmente porque ha sido iniciada por el máximo representante del partido en las islas, José Ramón Bauzá. Según ha podido saber este periódico, tampoco entienden cómo el president del Govern y del PP regional ha dejado en manos de Rodríguez la elección del candidato al municipio más importante de las islas y uno de los punteros de España. Entre otras cosas, recuerdan que Rodríguez tuvo que ser instado a dimitir como Delegado del Gobierno por su presunta implicación en el caso Over que instruye el juez José Castro. De hecho, tal y como publicaba ayer este periódico, Castro ya está ultimando la instrucción de este presunto caso de corrupción y debe decidir si lleva a juicio a seis dirigentes del PP, entre ellos José María Rodriguez y el expresidente del Parlament Pere Rortger.

Hay que tener en cuenta que en aquellos momentos Madrid jugó un papel fundamental en la destitución de Rodríguez. Se asegura que fue el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, quien tuvo que intervenir de forma directa para propiciar su marcha.

Durante la última semana han pasado muchas cosas en el PP. Desde la reunión del pasado jueves, calificada como "encerrona" por los partidarios de Isern y organizada por Bauzá y Rodríguez para provocar que el alcalde se marche a su casa, Madrid ha tomada cartas en el asunto. En la calle Génova han hecho saber al alcalde que Bauzá y Rodríguez han iniciado la ofensiva en su contra por iniciativa propia y sin comunicar sus intenciones al PP nacional. También le comentan que tiene un excelente cartel entre los máximos dirigentes nacionales.

Estos hechos, junto a los apoyos en privado que ha recibido de personajes relevantes en el partido, han provocado que Mateo Isern haya decidido tomarse con calma cada uno de sus pasos. En estos momentos, el alcalde y el president están disputando un juego de naipes y las estrategias son fundamentales. Isern y su entorno han advertido que Bauzá y Rodríguez podrían ir de farol para provocar que el alcalde abandone por su propia voluntad. Pese a los nombres que han salido, que están preparados para sustituirle, como es el caso de la consellera de Familia, Sandra Fernández, o la presidenta del Parlament, Margalida Durán, se duda de que se atrevan a colocar a un candidato para hacer frente al actual primer edil. De igual modo, a Mateu Isern le han hecho ver que los que tienen prisa por deshacer el entuerto sobre el candidato a Cort son Bauzá y Rodríguez. Él tiene por delante una semana, ya que hasta el 23 de octubre tiene tiempo para presentarse como aspirante. Fuentes bien informadas apuntan que durante esta semana pueden pasar muchas más cosas y Madrid se pronunciará.

Temor a la desautorización

En el PP regional no esconden su temor a que si Madrid decide apostar fuerte por Isern ello implicaría una desautorización pública del president del Govern y teóricamente candidato popular a las autonómicas, José Ramón Bauzá. Por este motivo, desde la calle Génova se están moviendo con cautela y piden a Isern que no se precipite.

En cualquier caso, fuentes consultadas en ambos bandos de la contienda, partidarios de Bauzá y afines a Isern, aseguraron ayer que las malas relaciones entre ambos hacen imposible una reconciliación. Esta situación dibuja un panorama difícil para los próximos cuatro años entre ambos destacados dirigentes populares, ya que deberían encabezar o el Govern o la oposición en el Parlament y en Cort.