El pleno del Parlament aprobó ayer la nueva Ley de Comercio balear, que si bien no recibió el respaldo de la oposición a la totalidad de sus artículos, sí lo obtuvo a la mayor parte del texto. La Ley, consensuada con la principales patronales del sector, regula cuestiones como la declaración de Zonas de Gran Afluencia Turística (ZGAT), los horarios y festivos de apertura, la instalación de nuevas grandes superficies y la restricción de la venta ambulante, además de incluir la aprobación futura de planes directores.

PSIB, Més, la diputada por Formentera, Margalida Font, y el expopular Antoni Pastor, actual dirigente del PI, criticaron especialmente el establecimiento de 15 festivos anuales de apertura para las grandes superficies el próximo año, en lugar de los 10 actuales, y de 16 a partir de 2016, al considerarlos excesivos, y plantearon que se fije en 12, lo que no fue aceptado por el PP. También criticaron las excesivas las facilidades a las grandes superficies, en especial la posibilidad de que se instalen en polígonos industriales. Margalida Font fue la única que mantuvo enmiendas para que la Ley incluyera algún apartado en el que se garantizara el derecho a ser atendido en catalán, una cuestión con la que los demás grupos de la oposición se mostraron de acuerdo aunque renunciaron a presentar enmiendas al quedar la cuestión lingüística fuera de esta Ley.

Durante el debate de ayer, el PP apoyó algunas enmiendas de carácter menor de Més y transaccionó otras, como el fomento de los centros comerciales urbanos o el establecimiento de un catálogo de comercios singulares.

El conseller de Economía, Joaquín García, mostró su satisfacción por el elevado consenso que ha alcanzado la Ley. Resaltó que la norma da respuesta a "tres grandes temas que era urgente resolver", como el de las zonas de gran afluencia turística, la venta ambulante y la futura elaboración de planes directores de comercio específicos por territorios. "Es una ley que define el presente y establece que el futuro se marque en los planes directores sectoriales", resaltó tras la aprobación de la Ley.

Al debate acudieron numerosos representantes del sector, que mostraron su satisfacción. El presidente de la Confederación Balear de Comercio, Bartomeu Servera, afirmó que "ha sido una Ley complicada ya que está condicionada por la legislación estatal y la directiva europea Bolkestein" y sostuvo que "ahora lo importante son los planes directores , ya que ahí nos jugamos el futuro"