Villar Mir niega que pagara comisiones y Florentino se desmarca de Son Espases

Villar Mir, máximo accionista de la empresa OHL, declaró como imputado. No eludió responder ni a una sola de las constantes preguntas que le formuló el fiscal en el largo interrogatorio, si bien sus respuestas siempre encajaron en el guión de la estrategia de defensa: ni pagó comisiones al PP por el proyecto de Son Espases, ni ha sobornado jamás a ningún político. Anticorrupción lo citó a declarar porque se sospecha que Matas ordenó que se amañara este concurso para beneficiar a OHL. Así lo ha confesado la exconsellera de Sanidad, Aina Castillo, que ha asegurado que Matas le entregó un sobre, para que lo entregara a los integrantes de la mesa de negociación, en el que detallaba los criterios técnicos que debían seguirse para que el ganador fuera el proyecto que presentaba Villar Mir. La fiscalía sospecha que el Govern de Matas no amañó este concurso de forma gratuita, sino a cambio de comisiones, si bien existen dudas de si el dinero se cobró en Balears o se recibió en la sede nacional del PP. También fue el expresident, según la confesión de Castillo, quien ordenó que la mesa de negociación aplazara la decisión al filtrarse en la prensa el nombre del ganador del concurso, la empresa OHL. La conselleria, tras solicitar una serie de informes técnicos, reconsideró su decisión y finalmente la obra se concedió al proyecto que presentó ACS, la empresa que preside Florentino Pérez.

Villar Mir aseguró ayer al fiscal Horrach, en presencia de los policías del Grupo de Delincuencia Económica de Palma, que nunca habló con Matas del proyecto de Son Espases y rechazó que hubiera pagado comisiones, como así se investiga. El empresario, que fue ministro del gobierno de Arias Navarro, defendió la calidad del proyecto que había presentado su equipo de técnicos, a pesar de que económicamente también fuera el más caro. Villar Mir aseguró que en ningún momento de su carrera profesional ha pagado comisiones ni se ha visto obligado a sobornar a un político a cambio de un concurso público. De hecho, el empresario apeló a su honestidad profesional para convencer de que nunca había participado en este tipo de juego sucio para conseguir contratos con la administración.

Sin embargo, el empresario reconoció que se molestó cuando se enteró de que la mesa de contratación había cambiado los criterios de puntuación y que finalmente la obra se concedió al proyecto de ACS, presidido por Florentino Pérez. El empresario explicó que OHL se sintió perjudicado por esta decisión de la conselleria, por lo que se decidió demandar al Govern y solicitar que se anulara el concurso. Conocía que se había rechazado la demanda, dando el juez la razón al Govern balear, y le anunció al fiscal que la sentencia se iba a recurrir.

Tampoco Florentino Pérez, presidente de la constructora ACS y del Real Madrid, cuya empresa finalmente ganó el concurso, sabía nada del escándalo de Son Espases. El empresario, que declaró por la tarde como testigo, afirmó que no tuvo ningún tipo de implicación directa en este proyecto, ni en el proceso para preparar la oferta, ni en la posterior obra. Detalló que su grupo cuenta con más de 1.500 empresas, repartidas por varios países, con una plantilla de trabajadores que supera las 200.000 personas. Dado el volumen de la empresa, Florentino Pérez aseguró que es imposible que esté al corriente de todos los concursos públicos a los que se presenta ACS, ya que dispone de un equipo directivo que se encarga de esta tarea. El presidente del Real Madrid, ante la pregunta directa que le formuló el fiscal, negó que se hubiera visto obligado a pagar comisiones para conseguir el importante proyecto sanitario. Pérez explicó que había conocido al expresident Matas en algún acto público, pero que nunca había realizado directamente negocios con él ni había intervenido en ninguna negociación con la administración balear. En cualquier caso insistió en que él no se encargaba de estos trabajos.