El presidente de OHL, Juan Miguel Villar Mir, llegaba a la sede de la fiscalía Anticorrupción en Madrid a las 11.30 horas, media hora después de lo previsto, ya que había sido citado por el fiscal Pedro Horrach a las 11.00 horas. Lo había llamado a declarar como imputado por la supuesta concesión fraudulenta de las obras del hospital de Son Espases, en el año 2006, durante la última legislatura de Jaume Matas. El empresario se bajó de su flamante Audi, aparcado frente a la sede de la fiscalía, acompañado de su chófer y de un guardaespaldas. Saludó con un "buenos días" a los periodistas, pero después no quiso hacer declaraciones. "Ha ido bien, he contestado a las preguntas que me han hecho. No puedo decir nada más, buenas tardes", fueron las únicas palabras que salieron de la boca de Villar Mir antes de marcharse.

Poco después salía a almorzar Pedro Horrach, quien dijo que "seguimos con las declaraciones" Y es que por la tarde estaba citado el presidente de ACS, Florentino Pérez, una de cuyas empresas, Dragados, fue la que finalmente llevó a cabo las obras de Son Espases. El mandatario blanco estaba citado por el fiscal, que volvió a la sede de la fiscalía cinco minutos antes de las cuatro de la tarde. Pero Florentino Pérez, un hombre tremendamente preocupado por su imagen pública, no tenía ganas de que se captara su imagen entrando en la fiscalía Anticorrupción, y que apareciera después publicada en los medios de comunicación, pese a que había sido citado como testigo. Por ello, ni entró ni salió por la puerta principal, como sí había hecho, sin ningún problema, Villar Mir. Los numerosos periodistas que se encontraban a las puertas de la fiscalía Anticorrupción, al no captar la imagen de la entrada de Florentino Pérez, llegaron incluso a dudar de si finalmente llegó a presentarse a la cita con el fiscal. Finalmente, Horrach, sobre las siete de la tarde, volvió a pisar la calle y confirmaba que el presidente de ACS había respondido a su interrogatorio. Poco antes, y escondido en un coche camuflado de la Policía, se pudo intuir la presencia del presidente del Real Madrid, que intentó por todos los medios esquivar a los numerosos periodistas que desde la mañana aguardaban a las puertas de la fiscalía. El coche, con el empresario sentado en el asiento trasero, salió a toda velocidad del edificio oficial, una vez que Florentino Pérez había respondido a todas las preguntas que le formuló el fiscal Horrach, que hoy visitará a Matas en la cárcel.

El fiscal tendrá que recorrer una distancia de unos 100 kilómetros para visitar la prisión de Segovia. Matas, que está en un proceso de negociación con Anticorrupción, estará asistido por la abogada Pilar Gómez Pavón, que defendió su caso ante el Supremo.