El Institut Balear d´Infraestructures i Serveis Educatius (Ibisec) no ha localizado en sus archivos, a requerimiento del juez del caso Palma Arena, ni un solo papel relativo al trabajo que el arquitecto valenciano Santiago Calatrava habría realizado, en la primavera del 2007, para el proyecto de Ópera de Palma, un encargo del entonces president del Govern Jaume Matas. El Ibisec también ha informado al instructor que no sabe nada de la segunda maqueta de la Ópera, que Calatrava tenía que haber entregado al Govern junto a su anteproyecto y otra maqueta, que sí está en los almacenes del instituto.

El juez Castro requirió, hace unos días, al Ibisec para que certificara "si en sus archivos obra el trabajo desarrollado por don Santiago Calatrava Vallés en virtud del contrato de fecha 27 de abril de 2007".

Ese día, Santiago Calatrava A.G., una sociedad vinculada al prestigioso arquitecto, ingeniero y escultor, firmó un contrato con Ibisec, un organismo del Govern dedicado a la construcción de centros y equipamientos escolares.

Según los datos publicados en el Boletín Oficial de les Illes Balears, Calatrava pactó cobrar del Govern 1,2 millones de euros para diseñar dos maquetas, una del Teatro de la Ópera y otra de la Bahía de Palma, un vídeo de alta calidad sobre el proyecto y, lo que era más importante, el anteproyecto del edificio.

El anteproyecto del arquitecto que no aparece costó un millón de euros, las maquetas 60.000 euros cada una y el vídeo promocional otros 80.000 euros.

La contestación del organismo dependiente de la conselleria de Educación es que no le consta ni un solo papel sobre el anteproyecto del palacio de la música, aunque sí obra en sus oficinas un disco compacto sobre la Ópera, que podría ser el vídeo de alta calidad.

Castro también ordenó a la Policía que localizase la segunda maqueta del proyecto de Calatrava. El Ibisec ha confirmado que sí tiene ubicada la primera maqueta, la que Jaume Matas mandó instalar en su antedespacho del Consolat de la Mar y que fue llevada a un almacén cuando el PP fue sustituido, en julio del 2007, por el Pacte del Progrés.

Santiago Calatrava aportó, cuando prestó declaración como imputado por este caso en 2011, unos bocetos y algunos estudios sobre la Ópera, el soterramiento de la autopista al aeropuerto y el regreso del mar a los pies de la Catedral.

Fue la primera vez que aparecieron algunos documentos sobre el encargo. Los investigadores sospecharon que el arquitecto, finalmente exculpado, elaboró esos esbozos cuando se enteró de que tenía que comparecer ante el juez José Castro.

El único que permanece imputado en esta pieza separada es el expresident Jaume Matas.