"Antonio Alemany vino a verme a mi despacho, en el verano del 2007, cuando yo apenas llevaba quince días en el cargo, y me amenazó diciendo que nos llevaría a los tribunales si el Govern del Pacte no le daba los 593.000 euros de subvención que reclamaba para su Agencia Balear de Noticias", afirma Gina Garcías, exdirectora general de Comunicación del Ejecutivo de Francesc Antich al hilo de la reciente sentencia del Tribunal Supremo donde se reconoce el derecho del primero a obtener ayudas públicas. Garcías rebate las tesis del Tribunal Superior de Justicia de Balears y del Tribunal Supremo respecto a que el Govern del Pacte incurrió en desviación de poder y arbitrariedad al denegar las subvenciones para la agencia de Alemany.

El Tribunal Supremo ha dictaminado que Antonio Alemany, preso por malversar fondos públicos, tiene derecho a recibir fondos públicos para su agencia, que desapareció hace unos años. La sentencia se basa en que la conselleria de Relaciones Institucionales cambió, arbitrariamente y en agosto del 2007, las puntuaciones dadas a la solicitud de Alemany, para que éste no recibiera fondos.

"Alemany me explicó que había creado la agencia por orden de Jaume Matas y que, tras ver que éste había perdido las elecciones (mayo del 2007), había reducido personal, pero que le teníamos que dar las subvenciones a toda costa; en caso contrario nos demandaría", rememora Garcías.

La exjefa de Comunicación del Govern del Pacte afirma que, tras el desagradable encuentro con el periodista que había escrito los discursos de Matas, decidió ordenar a los técnicos que "se revisasen, siguiendo los criterios de la convocatoria de ayudas a prensa y digitales, todas las solicitudes que se habían presentado, tanto las que habían obtenido informes favorables, como desfavorables".

"De aquellas revisiones nacieron unos nuevos informes que, de acuerdo con las bases del concurso, delimitaron si las peticiones cumplían o no los criterios para las ayudas", añade la periodista. Según el Supremo, Alemany pasó de tener 22 puntos a 4,5 puntos y se quedó sin dinero.

Garcías asegura que el Govern del Pacte empezó a revisar los expedientes de las ayudas a la prensa otorgadas por Jaume Matas y se encontró "barbaridades".

"Antonio Alemany había recibido de Matas, y en 2006, 450.000 euros en subvenciones para su agencia , que tan solo tenía 45 suscriptores, la mayoría casas regionales de la órbita del PP. Era un producto que solo leían 45 personas".

Sin calidad

"La agencia de Alemany no cumplía los requisitos, los criterios de calidad, dado que daba para sus suscriptores las mismas noticias que el resto de medios daban en abierto y, pese a eso, se llevó con Matas la subvención mayor otorgada entre 2002 y 2011", apostilla la exalto cargo.

"Alemany llegó a cobrar de esos 450.000 euros (del año 2006) 272.000 euros, de los que, según comprobamos, 130.000 euros estaban debidamente justificados y unos 140.000 no se habían justificado porque las facturas no eran correctas", prosigue Garcías.

La dirección general de Comunicación decidió entonces abrir un expediente a Alemany para reclamarle los 140.000 euros indebidamente cobrados. "Ahora el Govern del PP pide a Alemany la devolución de esos 140.000 euros, pero nosotros iniciamos el expediente sobre esas irregularidades", explica la periodista.

"No marcamos ninguna directiva a los técnicos a la hora de revisar las solicitudes de ayudas, solamente pedimos que se aplicaran los criterios de la convocatoria", insiste la exjefa de prensa de Antich.

Alemany cumple condena por desviar fondos públicos, dado que recibió unos quince mil euros del Govern por redactar unos reportajes sobre turismo deportivo que nunca fueron publicados, ni han aparecido.

Por su parte, el expresident del Govern Jaume Matas también está privado de libertad por ordenar a su director general de Comunicación que se diera a Alemany la máxima puntuación en las ayudas del 2006.

El Supremo estima que el exdirigente del PP incurrió en tráfico de influencias en favor de su amigo y asesor Antonio Alemany.