El doctor Bartolomé Beltrán, el exconseller Bartolomé Reus y una exsecretaria del Consolat de la Mar, la fallecida Xisca Pascual, figuran en el listado de diez presuntos testaferros investigados en Estados Unidos por ocultar dinero negro de Jaume Matas. El juzgado de instrucción 3 de Palma pidió a las autoridades de Estados Unidos que rastrearan si esas diez personas poseían en dicho país fondos, otros activos e inmuebles pertenecientes a Jaume Matas, que ha sido el principal investigado.

Las dudas sobre estos allegados al hoy encarcelado expolítico fueron expuestas por primera vez en un informe redactado, en noviembre del 2010, por la Policía Judicial de la Guardia Civil y remitido al juez Castro. Ese atestado fue la base en la que se fundamentó la comisión rogatoria que se envió a Estados Unidos meses después (febrero del 2012).

Matas y familia

La relación de los sospechosos es la siguiente: María Teresa Areal, esposa de Jaume Matas; Fernando Areal, hermano de la anterior y extesorero del PP de Balears entre 2003 y 2008; Jaume, Jorge y Marta Matas Areal, hijos del también exministro de Medio Ambiente; Miguel Ángel García-Inés, que figuraba como imputado en el sumario; Bartolomé Reus Beltrán, exconseller de Obras Públicas en un Govern de Jaume Matas y dueño del piso madrileño donde reside éste desde hace años; Bartolomé Beltrán Pons, conocido como el doctor Beltran y muy amigo del expresident; Xisca Pascual, la fallecida exsecretaria personal de Matas en el Consolat de la Mar y Antoni Juaneda, su marido y también íntimo de Matas.

La Guardia Civil apuntó a la empresa Aremas, la consultoría fundada por Matas en Estados Unidos, como la undécima posible tapadera del patrimonio oculto del hoy preso en la cárcel de Segovia.

El juez Castro, en su comisión rogatoria, informó a la Justicia de Estados Unidos del llamativo incremento patrimonial en España de Matas tras su etapa como ministro de Medio Ambiente y su segundo mandato como president del Govern, entre 2000 y 2007, y de las sospechas sobre su fortuna oculta en el extranjero.

“Habiendo sido favorecido don Jaume Matas y su familia con un incremento patrimonial que ni remotamente ha podido justificar, teniendo en cuenta el derroche económico del que hacen alarde él y su esposa, doña María Teresa Areal, incompatible con los ingresos declarados, y acreditado que han realizado pagos con dinero fiscalmente opaco en cuantías escandalosas, sería de una ingenuidad imperdonable no sospechar que don Jaume Matas no hubiera obtenido beneficios ilícitos de todas esas actividades (en la política) e igualmente candoroso sería no deducir que la fortuna que hubiese podido acumular no hubiera sido puesta a nombre de testaferros familiares o ajenos”, argumentó el juez en su petición de colaboración judicial.

Castro añadió que Matas había utilizado, supuestamente, a su amigo Bartolomé Reus como hombre de paja para camuflar la propiedad de su casa madrileña de Don Ramón de la Cruz 105 y a su madre para que figurara, en vez suya, como titular de un apartamento en la Colònia de Sant Jordi (Mallorca).

El magistrado advirtió a la Justicia de Estados Unidos que Matas, debido a sus amplias relaciones, podía contar con numerosos testaferros, pero limitó a los diez citados las personas a las que necesariamente había que investigar.

Paraísos fiscales

El instructor del caso Palma Arena explicó a la Justicia de Norteamérica que se tenían “fundadas sospechas de la posible evasión del capital amasado durante su estancia en la política a paraísos fiscales o terceros países, muy posiblemente a través de testaferros o entramados societarios”.

El hecho de que Jaume Matas llevase desde 2007 residiendo en Estados Unidos y hubiese constituido allí su consultoría Aremas, eran indicios, apuntaba el instructor, de que en ese país podía haber situado parte de su fortuna oculta.

Cuatro años después de aquel primer informe de la Guardia Civil sobre Matas, la fiscalía del Distrito de Columbia, no ha encontrado ni una sola pista de ese patrimonio en negro o a través de testaferros.

En los documentos remitidos por la fiscal adjunta Ángela Pegram al juez José Castro no aparece ni una sola mención a cuentas o bienes a nombre de esos diez posibles testaferros de Jaume Matas. Sí que se han localizado transferencias entre cuentas corrientes de Matas donde figura Maite Areal o Aremas.

Las pesquisas sobre depósitos, otros activos o inmuebles a nombre de Jaume Matas en Estados Unidos han sido también infructuosas.

La Justicia norteamericana no ha podido ni tan siquiera localizar dos de las tres cuentas que Matas admitió haber abierto en ese país.

Así tan solo se han aportado unos pocos movimientos del tercer depósito, el que el exministro abrió en la sucursal de Miami del banco español Bancaja, para el que trabajaba su cuñado.