Cristòfol Soler, expresident del Govern, hizo ayer oficial su portazo al PP después de 32 años de militancia. La política desarrollada en esta legislatura por el Ejecutivo de José Ramón Bauzá, en especial en materia lingüística y autogobierno, es el motivo que esgrime para entregar el carné popular. "El balance personal que hago de la actuación del partido, y más en concreto de la actuación del Govern estos últimos años, es el de un enfrentamiento encarnizado hacia nuestra cultura, nuestra lengua y, en general, un menosprecio a los elementos identitarios de nuestro país", afirma Soler en el escrito que entregó ayer al alcalde y presidente del PP de Inca, Rafael Torres.

Durante más de una hora, Torres intentó sin éxito convencerle de que no abandonara las filas del PP. En los últimos días no es el único miembro del partido que se ha puesto en contacto con él para convencerle de que cambiara de idea, aunque "nadie" del entorno de Bauzá, según aseguró tras su reunión con Torres. La última vez que intentó que el actual president escuchara su postura fue el pasado mes de junio, cuando le pidió audiencia junto con Joan Huguet y Jaume Cladera, expresident del Parlament y exconseller de Turismo respectivamente, para emplazarle a que desbloqueara el conflicto educativo. "Tuvimos la callada por respuesta", recordó ayer Soler quien admitió que este silencio fue uno de los "factores que han influido" para marcharse del partido.

No obstante, dejó claro que su decisión "está basada en cuestiones políticas, en la falta de acuerdo con esa política del Govern y su manera de aplicarla, dinamitando todos los puentes para un consenso". Cuando Soler fue ayer a entregar a Torres su carta de renuncia, lo hizo resuelto a marcharse "a casa", sin que hubiera nada que pudiera decirle el alcalde de Inca para hacerle cambiar de opinión.

Para el expresident, la política lingüística del Govern de Bauzá y la "desprotección a nuestra cultura y a nuestro país", son "elementos importantísimos para nuestro pueblo" que "si no se respetan dejan sin sentido nuestro autogobierno". En su escrito, muestra su convicción de que no existe en el PP de Bauzá "voluntad de reconducir estas políticas" y, ante esta situación, su "sintonía con la actual dirección" del partido es "nula".

"En estas condiciones, lo mejor que puedo hacer es irme", insistió tras entregar su escrito. Añadió que a los motivos que expone en su carta hay que añadir el "silencio" del Govern de Bauzá respecto a los "incumplimientos" por parte del Gobierno de Mariano Rajoy en cuestiones como "las inversiones estatutarias", ante cuya ausencia el Govern de Bauzá ha reaccionado "siguiendo la escuela del amen".

Soler tenía previsto acudir ayer a la sede del PP de Inca, localidad en cuya junta local militaba, para entregar su carta de renuncia. Sin embargo, a última hora prefirió hacerlo directamente a Torres en el mismo despacho de la alcaldía. "Torres es un buen amigo y he considerado que debía explicarme ante él y hacer efectiva mi renuncia directamente", explicó. Añadió que "siempre es duro tener que dar un mensaje así a un amigo, especialmente cuando contra él en concreto o contra el partido en Inca no hay nada".

Para el expresident, "si uno no está de acuerdo con su partido y ha ocupado cargos de relevancia, lo mejor que puede hacer es apartarse". Añadió que prefería hacerlo "antes de que se inicie la precampaña y la campaña electoral para evitar provocar más comentarios" y aseguró que hay más miembros del PP que piensan como él, aunque se mostró convencido de que "nadie más va a moverse".

Además, aseguró que no pasará a engrosar las filas de partidos como el PI. "No descarto hacer algún escrito, artículo o declaraciones esporádicas, pero mi etapa como político ha acabado", precisó. Eso sí, aunque siempre se ha sentido "libre" para opinar en público, ahora tendrá aún "más libertad, ya que no habrá ningún compromiso con el partido".