La isla de la consellera Camps también es la isla del movimiento que está intentando aunar esfuerzos para plantear un pacto que dé estabilidad al sistema educativo. En un año marcado por el conflicto, los miembros de MenorcaEdu21 no pierden la esperanza de llegar a un acuerdo por el bien de la educación

-¿Quién está detrás de MenorcaEdu21?

-Podríamos decir que somos una comisión que ha salido a raíz del movimiento de renovación pedagógica de Menorca. Pero no somos ninguna asociación ni representamos a ningún colectivo en concreto. Todo el mundo es bienvenido. Utilizamos un modelo asambleario y el núcleo de trabajo está constituido por unos 40 voluntarios, aunque por las diferentes jornadas y actos que hemos organizado han pasado centenares de personas. Hacemos mucho trabajo en línea, todo está abierto, y todo el mundo que quiera puede dar su opinión.

-¿No son de ningún color político?

-No nos consideramos representantes del sistema educativo de Menorca, y no nos cerramos a nadie, todo el mundo que quiera puede venir. Con el tema político hemos sido escrupulosos y, aunque ha sido un año difícil, queremos ser neutrales.

-¿Cómo se formó este grupo de trabajo?

-Inicialmente empezamos un grupo de profesores hace dos años a raíz de la última escuela de verano de Menorca de renovación pedagógica, en la que tuvimos el eterno debate sobre la necesidad de estabilidad del sistema educativo. Y nos planteamos por qué no intentarlo, plantear un pacto que salga desde abajo ya que los de arriba no han sido capaces de articular una propuesta. Decidimos trabajar para conseguirlo y contactamos con padres y alumnos, con representantes del tercer sector (de ONGs y otras entidades) y también del sector productivo. Es algo en parte utópico; es un sueño, pero soñar es barato.

-¿Cuentan con la participación de representantes del mundo empresarial?

-Han ido participando en actos como unas jornadas sobre Formación Profesional que organizamos.

-¿Cuál es el objetivo de estas jornadas que concluyen hoy?

-Primero, trataremos un tema que nos parece fundamental: el liderazgo y la autonomía de centro. En segundo lugar, trabajaremos sobre la propuesta de pacto que ya tenemos redactada y aprovecharemos la visita de gente de las otras islas que también están dando pasos para un posible pacto y trabajaremos y aunaremos esfuerzos para intentar plantear una propuesta conjunta. Hoy [por ayer] presentaremos el documento ya redactado y Joan Badia impartirá una conferencia sobre liderazgo. Mañana [por hoy] celebraremos una reunión con los asistentes de las otras islas y habrá una charla de Alfredo Hernando sobre experiencias de éxito de otros países. También habrá una veintena de ´petxa-kutchas´, un modelo japonés de conferencias de cinco minutos [De Mallorca, participaron Antoni Morante, presidente de ADESMA; Miquel Oliver, director del IRIE; y Manel Perelló, representante del Cercle per l´Educació].

-¿En qué momento incluirán a los políticos en este proceso?

-Vamos un poco justos de tiempo ante las próximas elecciones. Nuestra idea es en septiembre hacer difusión general en Menorca y en Balears de nuestro documento y aceptar las últimas posibles aportaciones y correcciones. Entre octubre y noviembre nos gustaría plantearlo a los partidos y a los sindicatos. Queremos generar un debate. Somos conscientes de que hay propuestas que sobrepasan el ámbito autonómico, como la formación del profesorado, pero nosotros lo intentamos; la sociedad civil se une y trabaja para plantear un acuerdo de mínimos y para poner la pelota en el tejado de los políticos. Y buscamos un debate general, no es algo que vaya enfocado al actual equipo del PP de la conselleria de Educación.

-¿Cuáles son las líneas principales de su documento de pacto?

- Empezamos haciendo un diagnóstico del sistema educativo de Balears y también mirando hacia otras comunidades y partes del mundo en el que están teniendo experiencias que funcionan. En cuanto al pacto, gira en torno a cuatro ejes: profesorado (temas como la formación, la selección, la carrera docente...); autonomía de centro para definir el currículo y el modelo lingüístico; políticas públicas (equidad, compensación social...); y educación y sociedad (trabajar para que los ayuntamientos promuevan ciudades educadores; valorar y aumentar el papel de las familias...).

-¿Cree que conseguirán algo?

-No sabemos hasta donde llegaremos en este camino, pero de lo que estamos seguros es que el proceso nos ha enriquecido mucho a todos los que hemos participado. En un año especialmente difícil para todos aquellos que estamos relacionados con la educación los encuentros de MenorcaEdu21 han sido nuestra pequeña catarsis que nos ha ayudado para cargar las pilas y para creer en las posibilidades de trabajar para mejorar la educación.

-La enseñanza de lenguas genera posturas muy confrontadas. ¿Cómo trata el tema su propuesta?

-Dedicamos unas jornadas abiertas solo a esta cuestión, es un tema en el que hay heridas abiertas. Expertos de la Universitat y de la Fundació Bofill nos envian artículos sobre el tema. Concluimos que la propuesta de la Administración de ´café para todos´ no va bien, no vemos adecuado fijar porcentajes para cada lengua. Creemos que cada centro sabe cuál es su realidad sociolingüística y por ello cada centro ha de tener capacidad para diseñar su modelo lingüístico, siempre rindiendo cuentas cuando los alumnos acaben su etapa en el centro mediante una evaluación externa y cambiando lo que se vea que no funciona. Autonomía y rendición de cuentas. Y así si algún centro quiere hacer un proyecto TIL, puede hacerlo, aunque cómo considere que es mejor. Creemos que en cualquier caso el catalán, como lengua propia del archipiélago, ha de tener una presencia más significativa.

- El Govern llegó a presentar un borrador de pacto, que no llegó muy lejos. ¿Han aprovechado algo de ese documento?

-Hemos tenido en cuenta todos los documentos que ya hay sobre el tema, también este del Govern. Cabe destacar que nuestra propuesta implicaría un cambio profundo, porque creemos que el sistema ha de adaptarse al siglo XXI y apostar por un currículo más flexible y no tan denso como los actuales, y sobre todo por las autonomía de centro.

- Menorca siempre obtiene resultados educativos ligeramente superiores a los de las otras islas y además sus movimientos por la educación tienen fama. ¿A qué cree que se debe?

- Ahora los resultados se están igualando, no sabemos si es por que nosotros hemos empeorado o por que las otras islas han mejorado, pero sí es verdad que la dimensión de Menorca puede ayudar. Además, el movimiento de renovación pedagógica surgido en la década de los 70 supo prender una chispa muy importante que ha perdurado hasta hoy.