Jaume Matas, Maria Antònia Munar y tres de sus más destacados subordinados en gobiernos de PP y UM -Massot, De Santos y Vicens-, todos hoy en la cárcel, están detrás de trámites, informes y decisiones indispensables para permitir la adjudicación y construcción del hospital de Son Espases, investigadas ahora por la Fiscalía Anticorrupción.

Jaume Massot, encarcelado por delitos urbanísticos en el Caso Andratx, interpretó un papel clave cuando era director general de Ordenación del Territorio de la conselleria de Obras Públicas que dirigía Mabel Cabrer, hoy portavoz parlamentaria del PP. Este departamento emitió el informe que permitió la modificación urbanística para levantar el polémico hospital en los terrenos de la finca rústica de Son Espases.

El Govern se encontró en 2006 con que el suelo donde quería levantar el centro hospitalario no tenía la calificación urbanística adecuada. En los tiempos de Jaume Matas este era el menor de los problemas. El ayuntamiento de Palma, con Javier Rodrigo de Santos como edil de Urbanismo, puso en marcha la modificación urbanística que consistía en cambiar la calificación del suelo en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Palma.

Sin embargo, para poder impulsar esta recalificación de los terrenos de Son Espases necesitaban contar con el beneplácito del Consell de Mallorca, que por aquellas fechas estaba en manos de Unió Mallorquina. El conseller insular de Urbanismo era el también encarcelado Bartomeu Vicens que, cuando Cort le entregó la documentación del cambio de uso de los solares, pasó la pelota al Govern. Solicitó un informe a Ordenación del Territorio.

El 28 de diciembre de 2005 entró en la institución insular un informe firmado por el entonces director general Jaume Massot, donde daba el visto bueno a modificar la calificación urbanística de Son Espases, pasando de terreno rústico a equipamientos. Con este informe, la Comisión insular de Urbanismo aprobó la modificación que declaraba apto el suelo para albergar un hospital. Faltaba el acuerdo final que era la ratificación del pleno del Consell. Este no se produjo hasta el 5 de junio de 2006, casi seis meses después de recibir el informe, y se aprobó solo con los votos favorables del PP y de UM que gobernaban la institución insular. Vicens justificó el voto afirmativo del partido de Munar a cambiar el suelo de Son Espases porque “los técnicos y el Govern dieron el visto bueno”.

El informe firmado por Massot tenía únicamente el objetivo de dar viabilidad al centro sanitario y así lo reconoce el redactor. “La finalidad -indicaba el documento de Massot remitido al Consell- es alterar la ordenación establecida por el PGOU vigente para unos terrenos de 217.674 metros cuadrados ubicados en la zona de Son Espases”.

El Supremo anuló la operación

El 20 de marzo del pasado año, el Tribunal Supremo anulaba toda la operación urdida para propiciar el cambio urbanístico de Son Espases. La sentencia del alto tribunal consideraba “radicalmente nulo” el cambio urbanístico, dando la razón a la Congregación de Misioneros de los Sagrados Corazones contra un fallo del Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJIB) de septiembre de 2009. Lo que ocurre es que esta sentencia llegó con el hospital ya en funcionamiento.

El alto tribunal consideró que el Consell cometió omisión en la evaluación del impacto ambiental de los terrenos en los que se levantó el hospital bajo sospecha.