La ley regula las medidas judiciales que deben cumplir los jóvenes mayores de 14 años y menores de 18 que han cometido delitos o faltas tipificados en el Código Penal. Estas medidas van dese el internamiento a los trabajos sociales pasando por la libertad vigilada en función de la decisión del juez. En Balears, según los últimos datos de los que dispone el Govern, 1.730 menores cumplen con alguna de estas medidas.

El régimen en el que se encuentran más menores es el de libertad vigilada. En total 526 jóvenes de entre 14 y 18 años cumplen con esta medida que les mantiene bajo seguimiento judicial y que les puede prohibir acudir a determinados lugares, obligarles a asistir a su centro escolar o de trabajo, o comparecer ante el juzgado de menores.

Por otra parte, permanecen internados en los centros de menores de es Pinaret, es Fusteret o Mussol, dependientes del Govern, 254 chicos y chicas menores. Estos internamientos pueden ser en régimen cerrado, semiabierto o abierto. Bajo los dos últimos, los jóvenes viven en el centro pero pueden realizar actividades en el exterior. En 2013, último año del que los centros disponen datos, ingresaron 76 nuevos internos por decisión judicial. La distribución de los menores entre los centros la decide el juez según los objetivos del internamiento y siempre desde el interés del menor.

Agresiones a padres

La mayoría de estos menores, que tienen sentencias judiciales en contra, proceden de familias desestructuradas o con problemas familiares y desde muy jóvenes entran en contacto con la delincuencia e incluso con la drogodependencia. Precisamente, entre los internos hay 42 menores en internamiento terapéutico para combatir algún tipo de adicción, fenómeno en el que, aunque siguen siendo mayoría los chicos, aumentan las chicas. En 2013 eran 29 varones y 13 chicas los ingresados por adicciones.

Los principales delitos por los que suelen ingresar los menores son los de robo con fuerza y también violencia hacia los padres. En este último capítulo, según la dirección general de Menores y Familia, se ha detectado un aumento de estos episodios de violencia protagonizados por niñas. Hay 219 menores con órdenes de alejamiento, que en su mayoría les alejan de sus progenitores.

Otras de las medidas recurrentes ante faltas de los menores son los servicios a la comunidad. 358 menores cumplen con esta sanción judicial por algún tipo de acción delictiva.

Los directores y responsables de los centros de es Pinaret, es Fusteret y Mussol, entre los que se reparten los menores internados, aseguran que un 70 por ciento de los residentes en sus instalaciones son reincidentes en algún delito, dato que sin embargo no está en ningún registro pero que sacan de los casos con los que tratan y que conocen de primera mano.

Además de los menores, cumplen con las sanciones otros 873 jóvenes, en este caso, con edades comprendidas entre los 18 y los 21. Se trata de jóvenes que cometieron las faltas antes de los 18 y por ello cumplen con sanciones contempladas en la ley penal del menor, pese a haber cumplido su mayoría de edad. De estos, una gran parte, 284 están bajo régimen de libertad vigilada, y otros 242 prestan servicios a la comunidad. Los menores con medidas siguen siendo, pese al aumento de las chicas, mayoritariamente varones. Según los datos de la Conselleria de Familia y Servicios Sociales un 84 por ciento son hombres y un 16 mujeres.