Antonio Pareja, jefe de la unidad de epidemiología y control de las infecciones del hospital de son Llàtzer, asegura que la posibilidad de que lleguen a España casos de ébola es "muy remota" y que en todo caso el país está preparado para manejar sanitariamiente la situación. A su juicio, la alarma social que se crea en la población por este tipo de epidemias tiene mucho que ver con la mala gestión de las crisis sanitarias por parte de las autoridades políticas. Junto a ello, rechaza que la inmigración clandestina pueda traer a España un virus como el ébola, dado que se trata de una enfermedad que se desarrolla con una extraordinaria rapidez

-¿Estamos preparados para afrontar una epidemia de ébola?

-Por supuesto. Si se cumplen las condiciones que hay que cumplir estamos perfectamente preparados. Me refiero a las condiciones de manejo de un paciente infeccioso que requiere un aislamiento por contacto y un aislamiento por gotas. En Balears, como en el resto de España, estamos perfectamente preparados, con los recursos y las instalaciones necesarias para actuar. Hay ingresados con enfermedades infecciosas que están aislados y no pasa nada. Hemos tenido casos de paludismo y otras enfermedades contagiosas de gente que ha venido de fuera y todo el mundo está tranquilo.

-¿Se actuó bien trayendo al padre Miguel Pajares a España?

-Sí. Las condiciones que tenía en Liberia no eran las adecuadas. Por mi parte no hay ninguna objeción al respecto. Lo que no me pareció muy correcto fue dejar en Liberia a la gente enferma que estaba trabajando con él. Pero en principio, la repatriación para obtener una atención mucho más adecuada es completamente correcta.

-¿España debería adoptar alguna medida especial después de la alerta sanitaria mundial declarada por la Organización Mundial de la Salud?

-No, porque es una alerta que implica a todos los países y lo único que dice es que creen sistemas de alerta de detección precoz, es decir, que haya vigilancia de viajeros de zonas afectadas por casos. No se trata de adoptar medidas de acción directa, sino de estar alerta para detectar casos precozmente. En el caso de que se detecten, se ponen en marcha los protocolos de atención a ese paciente.

"A veces las autoridades provocan alarmas sociales en donde lo que debería haber es una alerta sanitaria"

-¿Cómo debe actuarse ante una enfermedad que causa tanto temor como el ébola?

-En primer lugar ante cualquier epidemia lo primero es la calma. Lo segundo es que las autoridades, tanto las sanitarias como las gubernamentales, planteen que estamos ante una alerta sanitaria y no generen una alarma social. A veces son las propias autoridades las que, por una actuación no correcta, provocan alarmas sociales en donde lo que debería haber es una alerta sanitaria. La gestión de crisis sanitarias de este tipo requiere cierto saber hacer y muy a menudo las autoridades no saben gestionarlas. Lo primero es informar que estamos en alerta, que la probabilidad de que lleguen casos es muy remota y que si llegasen se puede manejar perfectamente. Hay enfermedades tan severas como el ébola, como por ejemplo una tuberculosis multiresistente u otras víricas, que pueden llegar de África y no nos preocupamos. Es muy importante que las autoridades transmitan tranquilidad e información de que estamos en situación de alerta, pero sin generar alarmas sociales.

-Del ébola se sabe poco, lo que hace que cause más temor.

-Se sabe más de lo que la gente cree. El problema es que hasta ahora se ha circunscrito fundamentalmente a África. En estos momentos, la repercusión es por la posibilidad de que llegue a nuestro entorno.

-¿No hay en eso cierta hipocresía?

-Totalmente, al menos en mi opinión. Desde que en 1976 se produjeron los primeros casos ha habido bastantes brotes en África, con tasas de letalidad superiores a entre el 60 y el 80 por ciento, pero como se circunscribían a pequeñas localidades rurales de Centroáfrica no había mucho revuelo. Esa letalidad tiene mucho que ver con las condiciones sanitarias en las que son tratadas estas epidemias. Con buenos hospitales, la mortalidad bajaría bastante porque estabilizarías al paciente. Si se hubiera invertido más en países en vías de desarrollo para que tuvieran buenas condiciones, la magnitud de estas epidemias no sería tan impactante. Cada día muere mas gente de hambre, tuberculosis o paludismo que de ébola. Sigo pensando que el ébola es una enfermedad muy vinculada al subdesarrollo, a la pobreza, a las malas condiciones de vida de estos países en donde se ha circunscrito.

"El ébola mata en pocos días. La probabilidad de que llegue a la frontera un inmigrante ilegal infectado es casi nula"

-¿Qué opina de las teorías según las cuales se trataría de enfermedades creadas en laboratorio?

„Igual que soy agnóstico, me resulta difícil de creer ese tipo de cosas. También con el sida se habló de que venía de África y que se había creado genéticamente. Yo no lo creo, sinceramente. La evolución de los microorganismos es la que es y hay variaciones. No hay para nada datos que sugieran que es una creación de laboratorio.

-Cuando dice que a veces son las autoridades las que crean alarma, a qué se refiere?

„Recuerde a Celia Villalobos, cuando en medio de la crisis de las vacas locas dijo que hacia caldo con los huesos de caña de las vacas y no había problema. Lo hacía para desdramatizar pero el efecto fue el contrario. En los ochenta, con la crisis del aceite de colza, al principio pensaban que era una bacteria y el ministro de Sanidad, Jesús Sancho Rof (UCD), salió diciendo que era un bichito tan pequeño que si se cae de la mesa se mata. Cuando se ve que la primera autoridad en salud dice eso, apaga y vamonos. Creo que los anglosajones en general gestionan estas crisis sanitarias mejor. Por ejemplo, no hay que ocultar a los medios ni a la sociedad ninguna información cuando hay un problema. Ahora, con el ébola, no hay un problema real. Pero cuando lo hay lo mejor es informar constantemente de todo. Así la sociedad se tranquiliza porque sabe lo que hay realmente.

„En este caso, ¿las autoridades españolas lo han gestionado bien?

„No han tenido mucho que gestionar. Llamó la atención que la directora de Salud Pública dijera que la repatriación lo pagaría la Orden de San Juan De Dios y al día siguiente Rajoy en Marivent afirmara que no sabía de dónde había salido esa idea, cuando era una directora general de su Gobierno la que lo dijo. Es un comentario que suena a tomadura de pelo en lo que se refiere al pago de la repatriación. Pero en lo que se refiere a la gestión, simplemente ha venido repatriado un caso desde fuera, se ha ubicado en el Carlos III y ha fallecido. No ha habido mucho que gestionar. No sé qué tal se haría si fuese a más, pero mi confianza en la buena gestión de este tipo de crisis sanitarias es bastante baja.

-El llamado ´suero secreto´ contra el ébola no ha funcionado en el caso de Miguel Pajares.

„No, pero es que era un paciente de 75 años, cardiópata, con patología de base y con otras infecciones porque al parecer también tenía tifus. Todos los fármacos tienen un nivel de eficacia mayor o menor. Este tiene una eficacia determinada en animales de experimentación, en pequeños simios. En humanos, se desconoce. En mi opinión, en situaciones extremas, hay que usarlo. Si me voy a morir y no hay otra cosa, prefiero que me lo pongan. No creo que sea criticable gastar dinero en eso.

-¿La vía para frenar que se extienda es llevar este suero a África?

-Intentar distribuir el fármaco a muchos países africanos está bien, pero me siguen preocupando las condiciones de control de infecciones de los hospitales donde se atienden estos casos en esos países. El ébola se transmite por contacto y si las condiciones de aislamiento de pacientes no son las adecuadas, la medicación puede ayudar, pero no es la solución. Hay que romper la cadena de transmisión y eso se hace evitando contagios, aislando adecuadamente a los pacientes. Tomando medidas radicales que a veces no gustarán, como por ejemplo que los cadáveres no se laven por parte de los familiares ni se manipulen. Muchos infectados lo han sido porque la familia manipuló el cadáver por costumbres ancestrales. La OMS y los gobiernos deberían poner el foco no solo en buscar medicación, sino también en mejorar las condiciones de control de infección de los centros sanitarios de esos lugares.

-El copiloto de la ambulancia en la que iba el padre Pajares una vez repatriado no llevaba traje de seguridad. ¿Fue una imprudencia?

-Salvo que haya contacto físico o con las secreciones del enfermo no existe riesgo de contagio del ébola. Hay que remarcar que para contagiarse es preciso un contacto próximo o a los fluidos. El paciente sin síntomas no es contagioso aunque este infectado, lo es cuando empieza a tener síntomas, es decir, vómitos, diarrea, su sudoración profusa por la fiebre... Si hay contacto con estos fluidos sin protección es cuando se produce el riesgo de contagio. Si el conductor de la ambulancia llevaba traje protector es que iba a manipular al paciente y si el copiloto no iba a entrar en contacto no era necesario precauciones especiales. A mí me pareció un poco exagerado toda la parafernalia de coches de policías con la ambulancia. También me pareció desmesurado desalojar del todo el Carlos III.

-De no haberlo hecho, el temor de los pacientes al contagio se hubiera disparado.

-Ya. Se ha hablado del ébola como la ultima maldición de la humanidad. La desinformación de las autoridades puede llevar a que la gente piense eso. O la idea de que se optó por el Carlos III porque llevarlo a La Paz, con más de 3000 trabajadores, era más arriesgado. Pero entonces, ¿qué pasa con las tuberculosis y otras enfermedades mutiresistentes que se están tratando en La Paz o en otros hospitales? Mi opinión personal es que esto puede usarse como escusa para cerrar del todo el Carlos III. Lo cierto es que con limpiar las instalaciones y desinfectar ya se puede ocupar sin problema, pero quizá esto les sirva como justificación para cerrarlo. Tenían la intención de cerrarlo hace meses y al final lo convirtieron en sociosanitario. Era el centro de referencia para infecciosas y tropicales y eso se lo llevaron a La Paz. Además, para mí esta claro que la sanidad pública no interesa y se puede usar esto para volver a la idea inicial.

-¿Cómo se controlan a los viajeros procedentes de África? ¿No teme que se use este asunto como argumento de rechazo a los inmigrantes clandestinos?

-Sí, ya he oído ese tipo de cosas, incluso a gente preparada. Eso es fácil de rebatir. En una enfermedad tan aguda que aparece y puede matar en tan pocos días, que la probabilidad matemática de que alguien que vive en esos países llegue a Marruecos, a la frontera, y pase a España en menos de siete días es bajísima por no decir nula. Un subsahariano tarda entre uno y tres meses en llegar a zonas fronterizas. A los ocho días estas con síntomas y en cuatro o cinco días mueres. Tendría que ser alguien que viniera con el pasaje pagado, por lo que no sería un inmigrante ilegal. Lo que pasa es que hay un mensaje subliminal de que los inmigrantes quitan trabajo, traen enfermedades.

-Usted se destacó por la oposición a la retirada de la tarjeta sanitaria para los inmigrantes ilegales. Entre otras cosas, argumentaba que existía el riesgo de un repunte de enfermedades infeccionas. ¿Lo ha habido?

-No, entre otras cosas porque la mayoría de los sanitarios actuamos independientemente de lo que diga la legislación y atendemos a los pacientes. Estamos evitando así que ocurra eso, pero claro que puede ocurrir. Los políticos de turno se van a salvar porque los profesionales estamos actuando sin temor a que nos sancionen. Pero el riesgo sigue existiendo.

"En el afán por recortar en sanidad, las autoridades del PP no han tenido en cuenta las repercusiones en salud pública"

-¿No teme que le acusen de alarmismo?

-Los recortes en sanidad y la retirada de la tarjeta a inmigrantes son muy negativos para la salud pública. Las autoridades sanitarias del PP no se dieron cuenta de que los microorganismos, bacterias, virus y hongos no distinguen ni a personas ni a barrios ni a entornos ni a partidos. Un rebrote de una enfermedad puede afectar a gente del PP, del PSOE, de Més, a votantes, no votantes, inmigrantes, extranjeros, poderosos, ricos y pobres. A todos. En su afán por recortar no han analizado las repercusiones en salud pública que tenían esas medidas. Ha habido recortes desmesurados, no solo con los inmigrantes.

-¿Por ejemplo?

-El Real Decreto de Ana Mato de abril de 2012 acabó con el sistema sanitario público que teníamos hasta entonces. Ha acabado con prestaciones, aumentado listas de espera... Hay algo que juega a su favor y es que hay enfermedades en donde las consecuencias es difícil que se den a corto o medio plazo, pero si no se retrocede a donde estábamos antes, a largo plazo lo veremos. Recuperar lo básico que teníamos antes de 2012 es fundamental para evitar que lo que ahora son problemas como por ejemplo listas de espera disparadas, se conviertan a medio o largo plazo en repercusiones sobre la mortalidad de la población. A eso se añade que la prevención, la promoción de la salud, es la gran ignorada de todas las autoridades políticas en este país en toda la historia. No invierten ni un céntimo de euro en prevención por mucho que se llenen la boca diciendo lo contrario. Prevenir cuesta dinero y no da rédito político, pero a la gente a la que le evitas la muerte le supone mucho.