Con su huída hacia adelante, tratando de escapar de la polémica por las prospecciones petrolíferas que en 2013 impactaron negativamente en el mar balear, el Govern Bauzá ha trasladado la patata caliente al Gobierno central. El gabinete de Mariano Rajoy aprovecha el estallido del escándalo en pleno agosto para ganar tiempo en busca de una salida ante su más que probable inactividad frente a unos sondeos en aguas españolas que supuestamente no había autorizado, pero de los que ya no puede alegar ignorancia al haberle comprometido el Govern balear.

Desde que este diario destapó que ya ha habido sondeos en busca de petróleo y que se han ocultado a la opinión pública durante más de un año, en Balears el Govern intenta desvincularse con una doble estrategia: por una parte, el presidente Bauzá prueba de blindarse políticamente, asegurando que no sabía nada de estas prospecciones; por otra, el conseller Biel Company se aferra al informe remitido por su departamento a Madrid, donde se daba cuenta de los disparos en el fondo marino, y que nunca obtuvo respuesta, según ha admitido el propio Govern.

Desde el minuto cero, Company ha tratado de desviar la atención del quid del asunto -la ocultación de los sondeos a la ciudadanía y al Parlamento-, poniendo el acento en que el informe en cuestión formaba parte de un expediente público. "¿Cómo se puede esconder un documento oficial que tiene registro de salida y que ha sido enviado el al Ministerio?", se cansa de repetir.

La maniobra del Ejecutivo Bauzá se ha convertido en un arma de doble filo, ya que ha terminado involucrando directamente al ministro José Manuel Soria y especialmente a Miguel Arias Cañete, que era ministro en el momento de los hechos. Los ministerios de Industria, Energía y Turismo, por un lado, y el de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente por el otro, no pueden rehuir su responsabilidad ya que eran los competentes para investigar lo ocurrido, y en su caso adoptar medidas como la paralización de los sondeos -si como todo apunta, carecían de permiso-, o la imposición de sanciones a la multinacional que los llevó a cabo. La aparente dejadez de funciones es más grave si cabe por parte de Cañete, ya que su anterior departamento fue el que recibió el informe de Company, que se jacta de su buena relación con el ahora eurodiputado del PP.

Los cañonazos son solo "ruidos"

Consciente de las repercusiones que puede ocasionar la trascendencia del documento que destapa los sondeos en 2013, el mismo Govern Bauzá se afana ahora en minimizarlo. "Lo único que se conoce es que se detectaron ruidos y sonidos en aguas baleares a través de los hidrófonos, pero nada más, no se sabe ni el origen ni la distancia", defendía el viernes la consellera-portavoz, Núria Riera.

Ayer, el conseller Biel Company abundó en el esfuerzo: "Se han escuchado un par de ruidos, durante dos días. Solo deciros que la empresa que solicitó poder hacer las prospecciones de Valencia pide [poder disparar durante] unos 60 ó 70 días durante siete u ocho horas cada día. Quiero decir que dos días, tres o cuatro horas, contra 60 ó 70 días...", quitaba hierro Company ante los periodistas. "Nuestros técnicos no saben ni de dónde vienen los ruidos", remachó.

El informe que ahora el Govern trata de rebajar, con fecha 24 de julio de 2013, es muy contundente: "Tenemos pruebas de que, contra lo indicado en la documentación aportada por los peticionarios, en abril de 2013 se han realizado sondeos de prospección sísmica con cañones de aire comprimido que han sido perfectamente audibles en todo el mar balear".

El funcionario firmante declina formar parte de lo que considera un paripé por parte de la firma Seabird Exploration, por solicitar en junio la autorización para una campaña sísmica frente a las costas de Cataluña y Balears, cuando en realidad ya la ha empezado, provocando además perjuicios a la fauna marina: "Lo peor es que tenemos constancia de que las campañas de sondeo mediante air guns [los referidos cañones] se iniciaron en abril (en concreto, tenemos registros de hidrófonos correspondientes a los días 16 y 17 de abril de 2013, con cadencias regulares de baja frecuencia en intervalos regulares de aproximadamente 10 segundos), en plena época de migración de los rorcuales comunes", denuncia el dictamen.

Ante todo ello, a día de hoy el Gobierno central sigue dando la callada por respuesta, pero este silencio tiene fecha de caducidad. La oposición no piensa dejar pasar por alto este tema y prepara para septiembre, con el inicio del curso político, una ofensiva exigiendo explicaciones y que se asuman responsabilidades políticas. Més, a través del grupo de Compromís en el Congreso, pide la comparecencia en el Congreso del ministro Soria, a la que se sumará el PSOE.

En cuanto a Arias Cañete, pese a estar ahora en el Europarlamento, lejos del epicentro de la polémica, ésta aún podría salpicarle en función de los acontecimientos. Cabe recordar que Rajoy impulsa al exministro para que logre un cargo de comisario europeo, posiblemente de Medio Ambiente, también muy relacionado con los sondeos petrolíferos.

"El enemigo son las prospecciones", se despachó ayer Company, añadiendo que "Madrid es quien lleva el mando, será una batalla difícil, lo sabemos desde el principio, pero las batallas las tenemos que hacer, aunque sea para perderlas, pero las tenemos que hacer".