La organización conservacionista Oceana empezó ayer en Palma una campaña de exploración marina de diez días de duración en un arrecife coralígeno y tres montañas submarinas del mar balear, al sur de Mallorca, con el objetivo de documentar los hábitats y especies que albergan y ayudar a su protección.

El director de Oceana en Europa, el mallorquín Xavier Pastor, es el jefe de esta campaña que pretende definir de forma precisa la superficie de un arrecife coralígeno próximo a Cabrera y de tres montañas submarinas ubicadas en el canal de Mallorca, de cara a su futura protección anunciada por el ministerio de Medio Ambiente, que es el que tiene competencia en estas aguas.

Los científicos trabajarán en el arrecife coralígeno Fort den Moreu, al este de Cabrera, y también en las montañas submarinas Emile Baudot (conocida como el Port del Francès), ses Olives y Ausies March, las tres situadas en el canal entre Mallorca y las Pitiüses.

"Queremos que se protejan Las tres montañas submarinas y en el caso del arrecife del Fort den Moreu, que sea incluido en una zona de reserva marina en la ampliación del Parque Nacional de Cabrera", explicó Pastor.

En las cuatro zonas Oceana ha constatado en anteriores expediciones la existencia de coralígeno y mäerl (conocido como avellanó o magrana), formaciones de algas rojas calcáreas que constituyen hábitats de gran importancia.

El científico mallorquín recordó que existe legislación europea (el Reglamento del Mediterráneo de 2006) que clasifica el coralígeno y maërl como hábitats protegidos y prohíbe la pesca de arrastre sobre ellos, "por ser muy sensibles y zona de cría de especies", pero dicha normativa "se está violando porque no hay límite a la pesca en esas zonas".

"La intención es explorar muy bien los bordes de las montañas submarinas y el arrecife, para que todo lo que deba preservarse quede incluido en el perímetro de protección", explicó Pastor.

Para llevar a cabo la investigación, los especialistas utilizarán un robot submarino ROV conectado con la embarcación mediante cable de fibra óptica, dotado con cámaras de alta definición, que sumergirán a una profundidad máxima de unos 800 metros para que capte imágenes y fotografías de los ecosistemas, especies y hábitats de estas zonas.

La organización internacional de conservación marina grabará nuevas imágenes y realizará una cartografía bionómica de estos enclaves, de alto valor ecológico y necesitados de medidas de conservación, informó.

Para ello ha fletado el barco B/O SOCIB, perteneciente al Sistema de Observación Costera de las Islas Baleares (SOCIB-ICTS), entidad pública participada por el gobierno central y el de Balears.

Formaciones de coralígeno

Oceana, que ya ha realizado anteriormente campañas de investigación en el Fort den Moreu, es autora de un informe en el que reclama la ampliación de la zona marítima protegida dentro del Parque Nacional de Cabrera incluyendo este área por la presencia de con interesantes formaciones de coralígeno, bosques de laminarias y mäerl, jardines de gorgonias y bosques de quelpos mediterráneos, amenazados por la pesca de arrastre.

"Este es el décimo año en que Oceana organiza expediciones, un esfuerzo que permite avalar propuestas de conservación marina con datos científicos de primera mano", señaló Pastor.

"Las dificultades tecnológicas hacen que el conocimiento de las profundidades todavía sea escaso y por ello la legislación tiende a centrarse en áreas someras y del litoral. Con esta expedición, pretendemos mostrar la importancia ecológica del Canal de Mallorca y el Fort d'en Moreu y contribuir a que las actividades humanas realizadas en ellas se gestionen de manera adecuada", recalcó.

La expedición que comenzó ayer tiene previsto concluir el próximo 13 de agosto. Aunque el objetivo es filmar profundidades a las que no pueden descender los submarinistas, también se harán observaciones oportunistas de cetáceos o tortugas marinas y se embarcará una draga Van Veen para la toma de pequeñas muestras de sedimento.

Está previsto que las inmersiones del ROV se realicen a profundidades de entre 40 y 800 metros. Las operaciones más someras tendrán lugar en el Fort den Moreu.

Además, los científicos profundizarán en el conocimiento de las montañas submarinas y la compleja biodiversidad que albergan que servirán para fundamentar nuevas propuestas de protección.