Los costes derivados de la insularidad que soportan los ciudadanos y las empresas de Balears son muy superiores a los que reconoce el Estado español, según se hace constar en un estudio elaborado por la Universitat y que ayer fue entregado al president del Govern, José Ramón Bauzá. Este informe, junto a las aportaciones que se hagan en el Forum Balears Competitiva, será utilizado a la hora de negociar con el Ejecutivo estatal la modificación del régimen especial del archipiélago. Además de Bauzá, en el encuentro celebrado ayer participaron el vicerrector de Investigación de la UIB, Jaume Carot, y los consellers de Hacienda y de Economía, José Vicente Marí y Joaquín García respectivamente.

Según las concusiones del estudio, la actual estructura de compensaciones por los costes de la insularidad debe de ser "profundamente revisada", ante la necesidad no solo de incorporar los "altísimos costes del comercio", sino para redefinir también unos mecanismos que "a menudo resultan completamente ineficaces".

Por ejemplo, en el documento entregado a Bauzá se señala que el volumen de comercio que Balears tendría con otras regiones españolas sería muy superior de no ser por el hecho insular, y se afirma que este factor hace que el archipiélago exporte un 94% menos de mercancías e importe un 52% menos que las regiones peninsulares. La suma de estas pérdidas alcanza un valor de 8.507 millones de euros anuales durante el periodo 2007-2011. Además, el Estado reconoce que el coste de la insularidad en el traslado de pasajeros entre las islas y la península equivale al 50% del coste de los mismos, pero éstos recaen también sobre los españoles no residentes, por lo que si se extiende al conjunto de la población balear, el coste durante el periodo analizado alcanza los 532 millones de euros. A todo ello se suman otros conceptos, como el coste de la vida.