El calor veraniego remitió ostensiblemente ayer en un día que amaneció nublado y ventoso y que provocó una masiva afluencia de turistas hacia Palma que se tradujo en largas colas de vehículos que llegaron a colapsar las entradas a Ciutat y causaron un auténtico caos circulatorio por las vías más céntricas de la capital palmesana.

En torno a las once y media de la mañana comenzaron las retenciones en la autopista de Llevant, vía en la que se llegó a producir un atasco de hasta doce kilómetros de longitud, desde la localidad de es Pil·lari hasta la calle Antoni Maura, entrada al casco antiguo de Ciutat, detallaron en el centro de control de tráfico del Consell de Mallorca.

También se produjeron retenciones en la Vía de Cintura en dirección al aeropuerto y en los accesos de la autopista de Inca a la circunvalación que rodea Palma. La Guardia Civil de Tráfico informó de una avería de un camión en la autopista de Llucmajor, pero en dirección a esta última localidad y que, por tanto, no contribuyó al colapso circulatorio que se estaba registrando en sentido contrario.

Un portavoz de la Policía Local de Palma informó de que, a tenor de las condiciones meteorológicas con las que comenzó el día de ayer, pusieron en marcha el dispositivo denominado precisamente Operación Nube, acción que desarrollan todos los días de verano y otros periodos vacacionales en los que amanece nublado para prevenir los colapsos circulatorios que se originan en Palma en estos días sin playa.

"No solo tenemos una gran afluencia de turistas que vienen a Palma aprovechando que no hace un día de playa, sino que también los propios palmesanos que acostumbran a irse a otros puntos de la isla se quedan en Ciutat para realizar trámites postergados o aprovechar para ir de compras con las rebajas", explicó un portavoz oficial de la Policía Local.

Así, en las Avenidas se registró un tráfico denso y complicado tanto en sentido ascendente, para acceder tanto al centro de Ciutat como a Vía de Cintura, como descendente para evitar una circunvalación ya colapsada.

La situación de los aparcamientos públicos no era más halagüeña. El más afectado, con largas colas tanto en sus accesos como para abandonar la infraestructura subterránea, era el del Parc de la Mar. También las colas de vehículos para acceder al de la Plaza Mayor llegaban hasta la Clínica Rotger.

Las medidas habituales adoptadas por la Policía Local en el operativo Nube, colocación de agentes en los puntos más conflictivos del tráfico rodado y regulación de los semáforos para agilizar la circulación rodada en los atascos automovilísticos, tan solo pudieron minimizar los efectos de una afluencia desmesurada de vehículos y turistas.

Las principales calles comerciales de la ciudad hicieron su agosto días antes del comienzo de este mes estival por antonomasia. En Vía Sindicato no cabía un alfiler al igual que en Jaime III y los alrededores de la Seo y La Almudaina, una auténtica Torre de Babel. Turistas de todas las nacionalidades disfrutaban de los artistas callejeros y de los comercios palmesanos ajenos al caos en que sumieron a Ciutat durante buena parte de la jornada de ayer.