Balears cerró el segundo trimestre del año con 118.000 parados, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) conocidos ayer. Para calibrar la importancia de esta cifra hay que tener en cuenta que supone un descenso del 11,3% respecto al mismo periodo de 2013, una tasa que casi duplica la media estatal, en la que este recorte ha sido de un 7%. Ademas implica situarse muy cerca ya de los niveles de desempleo que había en las islas en las mismas fechas de 2011.

Un segundo dato igualmente importante facilitado ayer por el Instituto Nacional de Estadística es el de la cifra de personas que contaban con un puesto de trabajo en el archipiélago durante ese segundo trimestre del año: 501.800. En este caso, supone un crecimiento interanual del 1%, ligeramente inferior a la media estatal, del 1,1%. Pero también conlleva que en estos momentos el empleo existente en Balears se mueve ya en niveles más positivos que los que existían en 2009 y se va acercando cada vez más a los de 2008, o lo que es lo mismo, al número que existía antes de que se iniciara la fase de destrucción de puestos de trabajo.

Dada la estacionalidad de la economía balear y de su motor turístico, las comparaciones respecto al trimestre anterior no son tan significativas, pero muestran igualmente el acelerón que a partir de abril registra la actividad en las islas. La cifra de personas ocupadas implica un crecimiento del 19,9% respecto al primer trimestre del año, un porcentaje al que no se aproxima ni de lejos ninguna otra comunidad autónoma (el segundo lugar corresponde a Extremadura con un 4,4%, y la media española es del 2,3%).

En el caso del desempleo, se ha registrado respecto al trimestre anterior un descenso del 22,5%. En este caso, el segundo lugar es para Murcia, con una bajada del 9,4%.

La suma de estos factores es lo que lleva al Govern balear, por boca de su directora general de Economía, Joana Perelló, a considerar que el cambio de tendencia en positivo dentro del mercado laboral del archipiélago parece ya plenamente consolidado.

La tasa de paro de las islas refleja esta apreciación. Aunque sigue siendo muy alta, de un 19%, hay que recordar que hace un año se situaba en el 21,1% y que en el conjunto de España sigue siendo actualmente del 24,4%. Por debajo de Balears solo aparecen La Rioja (17,6%), País Vasco (16,1%) y Navarra (15,8%), mientras que Madrid se sitúa en unos niveles prácticamente idénticos a los del archipiélago.

Un dato menos positivo es el del número de familias de las islas en las que todos sus miembros se encuentran en el desempleo, que se sitúa en 37.300, una cifra peor que la que se registraba hace un año y que era de 36.300.

Análisis del mercado laboral

Es conveniente analizar también la ´letra pequeña´ de la EPA. Para empezar, el paro registra descensos interanuales en todos los sectores económicos. Así, en doce meses pasa de 56.100 a 46.500 desocupados en el sector servicios (en el que se incluye la actividad turística), baja de los 7.900 a los 7.500 en la construcción, va de los 2.100 a los 800 en la industria, y desciende de los 800 a los 400 en la agricultura. En el caso de los que buscan su primer empleo o perdieron su anterior puesto de trabajo hace más de un año, también se desciende desde los 66.200 a los 62.700.

Por lo que respecta al tiempo en el que los isleños permanecen en el desempleo, solo hay un dato negativo, aunque refleja las dificultados que existen para reincorporarse al mercado laboral cuando se lleva mucho tiempo desocupado. En concreto, solo aumenta la cifra de personas que llevan más de dos años sin poder acceder a una ocupación, dado que en el último año ha pasado de las 37.700 a las 40.000 y ya supone un 33,9% del total.

Por contra, desciende de forma muy acentuada el número de los que llevan entre uno y dos años en esta situación, al pasar de 27.800 a 17.000. También hay recortes apreciables entre los que llevan menos de un año sin trabajo.

Esta situación muestra un cierto paralelismo con la relacionada con los tramos de edad de los desocupados, cuya cifra solo aumenta en el último año entre los mayores de 55 años, que pasan de 11.800 a 16.300. El recorte más acentuado se da entre las personas de 25 a 34 años, que se reducen de 46.100 a 32.800, siendo el colectivo más claramente beneficiado por la reactivación económica. La buena noticia es la mejoría que se aprecia entre los jóvenes de 16 a 24 años, al bajar de los 20.300 a los 18.500 parados.

Por nacionalidades, la tasa de paro entre los españoles es del 18,1%, de un 10,9% entre los extranjeros procedentes de otros países de la Unión Europea y del 31,6% entre los extracomunitarios.

Por lo que respecta a las personas que cuentan con un puesto de trabajo, lo chocante es que el sector que más impulso da a la economía balear y que incluye la actividad turística, como es el de los servicios, es el que presenta el balance interanual negativo: de las 426.500 personas que estaban ocupadas durante el segundo trimestre del pasado año se ha bajado a las 425.900. Por contra, mejora la construcción (pasa de 38.800 a 41.200), la industria (crece de 25.900 a 28.700) y la agricultura (de 5.500 a 6.000 ocupados).

Un dato a tener en cuenta es que se detecta un aumento de la contratación a jornada completa frente a la que se produce a tiempo parcial, ya que la cifra de trabajadores en la primera de esas situaciones se eleva desde los 428.100 del pasado año a los 435.300 del actual, mientras que los de la segunda categoría descienden de 68.500 a 66.500.

Un aspecto que también resulta destacable es que la mejoría del mercado laboral balear viene de la mano del sector privado, cuyas personas ocupadas crecen en un año de 428.300 a 434.600. Por contra, el sector público destruye empleo, y desciende de los 68.300 a los 67.100 ocupados.

Finalmente, un dato a tener en cuenta: en el último año se ha reducido la población en situación de trabajar (activa) en un 1,6% y se coloca en las 619.800 personas.