Maria Antònia Munar entró hace un año exacto en prisión, y ahí sigue. James Matas lleva un año exacto burlando la cárcel, y ahí sigue. Dado el júbilo del ministro de Aznar ante la condena del Supremo, compartida con la opinión pública a través de una rueda de prensa en la Colònia de Sant Jordi, sorprende que se moleste cuando le sugieren que cumpla el castigo que tanto placer le provoca.

El Supremo descubrió el viernes un ingenio llamado fax, para acelerar el trayecto de Matas hacia la prisión de su conveniencia. El tribunal nunca había recurrido a ese invento revolucionario para comunicarse con Palma, son las secuelas de una rueda de prensa que tal vez incomodó a los condescendientes magistrados. Basta sin embargo de enumerar penas ajenas. Como me decía el gran Pepe Rubianes, “ya he hablado bastante de mí, ¿qué piensas tú de mí?”

Desemboquemos pues en la interpelación personal. Dónde estabas tú durante la legislatura de 2003 a 2007, enmarcada por el saqueo de Matas/Munar. Recordemos para los falsos inocentes que el PP gozaba de mayorías absolutas en el Parlament y en el Consell Inmobiliario de Mallorca. Enumeremos algunos capítulos publicados en aquellos años en esta sección pecaminosa, y que no suscitaron ni un enarcamiento de cejas:

Desayunos de la consellera y su equipo a 50 euros de 2005 per cápita, visados por la intervención.

Suites en hoteles extranjeros a mil euros la noche, con el solo objetivo de intercambiarse sobornos. Sin pegas de los auditores públicos.

Champán en las facturas de comidas presentadas por la consellera y su equipo, visadas por la intervención.

Bartomeu Vicens me comenta en la mejor tienda de Palma, Xocolat, que “hemos de dar algún caramelo a los constructores”, eufemismo de Can Domenge.

En una visita a un hospital mallorquín, Matas le comenta a una estupefacta titular de Sanidad del Gobierno que “¿sabe qué pasa, ministra? que en Mallorca somos un poco mafiosos”.

Empresarios que guardan los recibos de los sobornos pagados en aquella legislatura, la burocracia de la corrupción.

Munar me presume de que “ya les he dicho a los míos que el que no aparezca en la prensa acusado de corrupción, no estará en las listas”.

Un concejal cierra una sauna gay para su uso privado con fondos públicos.

Vicens tranquiliza en su despacho a un empresario alemán encabritado por las exigencias, con un vibrante y desenfadado “Spain is different”.

Y así sucesivamente, a nadie pueden sorprenderle las inmejorables perspectivas en Mallorca del PI, iniciales de Pablo Iglesias.

Esta meca del periodismo costumbrista se enriquece hoy recordando que la antaño dormida plaza de Cort ya cuenta con un hotel, ligado a un grupo de restauración. También luce el armazón a riesgo de desplomarse de un segundo, vinculado a la marca Capuccino. Dado que la oferta sigue incompleta, se ha programado un tercer establecimiento hotelero en la parte alta de los antiguos Almacenes Bauzá, nada que ver con el farmacéutico multimillonario.

Los tres hoteles de Cort se complementarán en la plaza con un espacio culinario al estilo del célebre Mercado de San Miguel que ha revolucionado el ocio gastronómico en Madrid, y con la misma denominación mercantil. Nativos y turistas estaremos mejor alimentados que perro de carnicero, mientras Barcelona afronta los problemas del exceso de capacidad hotelera en su casco antiguo. En Palma, en cambio, las autoridades construyen otro macrohotel, con dinero público y la excusa del abominable Palacio de Congresos.

Noticias desde la isla líder en el turismo de masas y en la felación de masas. Herr Kommandant Bauzá, con sus centenares de altos cargos y asesores, ha necesitado un vídeo macarrónico para enterarse de la realidad de Magaluf. A continuación programa 185 inspecciones inútiles en la zona. Dado que el Govern Bauzá no inspecciona la Farmacia Bauzá por razones obvias, en qué ignotas labores se concentraba hasta ahora el súbito frenesí controlador. ¿Inspeccionaban conventos?, ¿el president ordenaba raids a guarderías infantiles en busca de alcohol de garrafón?

No caeremos aquí en la trampa de Magaluf. Por ejemplo, hoy les ilustramos con cuatro turistas vestidas, que lucen en la Playa de Palma una camiseta con la leyenda “No me des conversación, estoy aquí para emborracharme”. La foto de Sabina Pons demuestra además que Mallorca ha muerto. Los alemanes se han apropiado hasta de su nombre, que a partir de ahora es Malle. Ahí está el himno Besoffen auf Malle, disponible en youtube y que traducido por Borracha en Mallorca es una melódica síntesis de nuestra imagen turística.

Recuerde dónde leyó primero la coronación en Marivent de la Reina Sofía I de Mallorca, el miércoles 9 de julio de 2014. Miles de personas me paran por la calle, para blasfemar por el dispendio del desplazamiento en avión estatal. Les corrijo individualmente que la artista antes llamada Sofía de Grecia aterrizó en Son Sant Joan en vuelo regular de Iberia. Si necesitan más datos, sigan preguntando. Después de Gravity viene Cavity. O sea, La cueva, rodada en el espacio interior de Formentera. Que los lectores más raros vean Borgman, pero que luego no digan que no les advertí.

Reflexión docta: “Llamamos historia a los acontecimientos que estuvieron a punto de no suceder”.