En la batalla científica contra el Alzheimer aún queda mucho por hacer antes de que se pueda cantar victoria, pero se van dando pasitos y la Universitat de les Illes Balears ha dado una zancada gracias a HDHA, una nueva molécula con el sello de la UIB.

El grupo de Biomedicina Molecular y Celular de la UIB ha diseñado esta molécula que permite recuperar en ratones los niveles normales de lípidos que se ven alterados por esta enfermedad degenerativa, en concreto la fosfatidiletanolamina y los ácidos poliinsaturados.

Así ha quedado recogido en un dossier especial que la revista científica Biochimica et Biophysica Acta-Biomembranas ha dedicado a una investigación de este grupo sobre membranas lipídicas. Estas membranas conforman una barrera selectiva que separan, comunican y definen las células y sus órganos internos, además de recibir y propagar importantes señales para controlar el comportamiento celular. De ahí su importancia.

El punto clave de la investigación de este grupo, dirigido por los doctores Pablo Escribá y Xavier Busquets, es el diseño de una molécula: la ácido hidroxidocosahexaenoica (HDHA). Este equipo empezó a trabajar esta línea de investigación en 2007 y la molécula HDHA vio la luz (y fue patentada) dos años más tarde. Su hipótesis de partida es que la alteración neurológica que produce el proceso neurodegenerativo asociado al Alzheimer se relaciona con la alteración de los niveles de lípidos de la membrana de la neurona.

"Es frecuente la investigación diseñando moléculas enfocadas a las proteínas, pero nosotros la enfocamos a los lípidos y hemos tenido razón", apunta Escribá. Aunque hay que ser cautos y dejar claro que el Alzheimer no se curará de un día para otro, Escribá destaca que ya se están realizando ensayos en humanos para evaluar la efectividad de esta molécula en el tratamiento contra esta enfermedad degenerativa y de momento los resultados son alentadores: "Tras un mes de tratamiento hay una recuperación notoria y una estabilización del proceso", apunta. "Se notan los efectos entre las tres y las cinco semanas de haber comenzado el tratamiento", añade.

El camino entre la investigación y la puesta a la venta de un medicamento en las farmacias es muy, muy largo, y aunque se estén haciendo ensayos clínicos, Escribá indica que pueden quedar muchos años de espera hasta que su investigación se transforme en un medicamento. Eso sí, cree que en menos de un año los enfermos (y sus familiares) sí podrán tener a su disposición "alternativas" al medicamento, otras opciones que tendrán también sus efectos positivos, "como por ejemplo un suplemento vitamínico".

Las empresas encargadas de realizar estos ensayos son Pharmaconcept y Praxis Pharmaceuticals, bajo la licencia de Lipopharma. Esta última empresa es una spin off de la Universitat (derivada de su investigación), que lleva trabajando desde 2002 en esta línea terapéutica a base de regular membranas biológicas. Además de la HDHA, en estos últimos años han creado varias moléculas más para combatir dolencias tan diversas como el cáncer (algunos tipos), ictus, diabetes o lesiones medulares. Lipopharma las ha ido creando y ahora las están desarrollando, bajo su licencia, empresas de diferentes puntos del mundo: de la vasca Praxis Pharmaceuticals a la húngara Pharma Concept o la británica Ability Pharmaceuticals. Ellos la desarrollan y cuando empiecen a dar sus frutos, revertirán en Lipopharma y en la UIB. Es un camino largo, pero se van dando pasitos y a veces, alguna zancada.