No se atreven a decir con certeza cómo empezará el próximo curso, pero tras el balance del último, en el que han comprobado que la situación "empeora año a año", los padres preven que sea "desastroso". Ante la mala expectativa, ya anuncian que si la actitud de la Conselleria de Educación es la misma, la comunidad educativa no puede "quedarse de brazos cruzados" y, por ello, hablan ya de "un año de resistencia" y avisan que si tienen el apoyo de las familias "no les temblará el pulso" para emprender acciones.

"No sabemos lo que nos encontraremos en septiembre, ahora acaba de iniciarse la planificación del próximo curso, pero la previsión es desastrosa", afirmó ayer la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPA) en un balance del último curso con un ojo puesto ya en el siguiente. "Está la incerteza de cómo será el inicio de curso. Desde luego si la reacción de la Conselleria es la misma que este curso, los miembros de la comunidad educativa no podemos quedarnos de brazos cruzados", avisó Vicente Rodrigo, presidente de la federación.

De momento, tienen la intención de mantener informadas a las familias y emprender "un trabajo de reequilibrio" por parte de las asociaciones de padres para dar apoyo antes las necesidades de los centros que no se satisfacen desde el Govern. Por otra parte ven inevitable que haya "respuestas" ante el primer año de implantación de la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) del Gobierno central y el segundo año del Tratamiento Integrado de Lenguas (TIL) del Govern balear, que ya empezará a aplicarse en todos los cursos de primaria y en todo el el primer ciclo de secundaria.

Cabe recordar que, en 2012, FAPA empezó el curso con la campaña Així el meu fill no comença -Así mi hijo no empieza- con la que se negaron a llevar a sus hijos a los centros educativos las primeras semanas del curso por la situación de recortes; y que el año pasado, dieron su apoyo a la huelga indefinida de docentes.

"Una consellera nini"

La junta directiva de FAPA hizo el balance de este curso que acaba de terminar destacando que las familias no han vivido este año "convulso", tal y como lo describieron, "de manera cómoda" y que han vivido todo el conflicto educativo con "preocupación y malestar". Sin embargo, también quisieron subrayar su "satisfacción por la responsabilidad e implicación de la comunidad educativa" durante todo el curso. En este sentido, señalaron positivamente haber "conseguido una gran unidad" frente a las políticas de la Conselleria de Educación.

La federación de padres describió a la responsable del área, Joana María Camps, como "una consellera ni-ni: ni demócrata, ni competente". Rodrigo apuntó que se trata de una consellera "sin aptitud, ni actitud". "Este no ha sido un curso normal, ha sido un curso que se nos ha hecho muy largo", explicó el presidente de FAPA, quien atribuyó la situación a la "inexperiencia e incompentencia" de Camps y a las "imposiciones" de su conselleria. "Hemos pedido dialogar una y otra vez y se nos ha negado. No sólo se nos vulnera una derecho fundamental, sino que se nos menosprecia y por lo tanto se nos falta al respeto".

La junta directiva de FAPA concluyó que este curso se ha vivido "un retroceso de 20 años, para ser generosos " y que se ha hecho "una destroza de la educación pública que ha confirmado las consecuencias que tenían previstas ante las imposiciones de la Conselleria de Educación".