Las peticiones de diálogo con la comunidad educativa le siguen llegando al Govern desde lados y colectivos insospechados, inauditos. Los últimos han sido la Germandat de Mestres Jubilats i Mestres Jubilades de les Illes Balears, una agrupación discreta pero muy activa que tiene más de 700 carnés expedidos.

Un discurso de peticiones

Para celebrar el fin de curso la hermandad ha realizado distintas actividades, como el acto de homenaje a los socios que han cumplido 85 años; el agradecimiento a los 18 profesores que se han responsabilizado de los diferentes talleres realizados y la comida de germanor que se celebró el pasado día 18 en un restaurante de Palma y a la que asistieron 140 socios. Joan Martorell, el presidente de la entidad, empezó su discurso haciendo balance de las acciones llevadas a cabo este curso para a continuación reafirmar la identidad de la asociación, que está integrada por socios "muy heterogéneos en cuanto a ideologías" y en la que "todo el mundo es bienvenido", independientemente de sus creencias y tendencias. El presidente concluyó su parlamento manifestando que su preocupación "por la convivencia" y advirtió sobre la "sensibilidad especial" en relación al conflicto que afecta a la comunidad educativa, a la sociedad en general y "que no es ajeno a la Germandat", ya que sus miembros, indicó, también lo sufren. Martorell finiquitó su intervención pidiendo "a todos los que tienen posibilidad de decidir" que prioricen por encima de todo los intereses de los niños; que se acabe la confrontación arbitrando vías de diálogo y consenso; que nadie convierta los centros en campos de batalla ideológica; que entre todos se haga lo posible "por ilusionar al profesorado" y que la Administración procure dar "apoyo y estímulo" a los docentes. Por último, y ya puestos a pedir, abogó por "un pacto social" que dé estabilidad a la educación. El discurso, inaudito pero también comedido, fue muy aplaudido por los asistentes y miembros de esta Germandat, que hasta ahora no se había pronunciado sobre la compleja situación creada este curso en el sector educativo.

"Dales lo que pidan"

La consellera Camps sigue con su afán negociador de este mes llegándose a reunir hasta casi medianoche con los sindicatos. El Consolat de Mar quiere intentar compensar los recortes y su imagen de monolito-inamovible-no-cedo-en-nada y su plan es abrir manga y dejar fluir las contrataciones. Un poquito de zanahoria tras tres años de palo. Un dirigente del PP resume la instrucción en una frase: "Sobre interinos, se les dará lo que pidan". Así, además de lavar su imagen (o intentarlo), trabajan en su estrategia de dividir a los sindicatos y a la Assemblea de Docents. A la Conselleria no se les escapa que éste es un año delicado para los sindicatos ya que tienen elecciones y las cosas pueden cambiar, ya que el hartazgo institucional también les alcanza a ellos y algunos ven al movimiento asambleario como a un tsunami Podemos sindical. Algunas voces han sugerido que la asamblea se constituya en sindicato, pero esta opción se descarta con una argumentación sencilla: "Si conformamos un sindicato, ya no somos una asamblea".

Semana de juicio

La actualidad en el mundo de la educación no da tregua, aunque ya estemos en julio. Así, entre el miércoles y el viernes de la semana que viene tendrá lugar el juicio a los 43 estudiantes que entraron en la sede de la conselleria de Educación en mayo de 2012 para protestar contra los recortes en el sector. La Fiscalía pide seis meses de cárcel para 36 de los estudiantes y hasta un año y medio para otros siete, acusándoles de desorden público, lesiones y coacciones. Ahora que Vía Alemania había recuperado la tranquilidad tras conocer el auto del juez Castro, el miércoles volverá el follón ya que las Encausades Conselleria han convocado una manifestación de apoyo a las nueve de la mañana que se prevé ruidosa.