Día de pasajeros indignados en el aeropuertos y de sudores fríos en la torre y el centro de control aéreo de Son Sant Joan. Una nueva jornada de huelga entre los controladores aéreos franceses impactó de lleno en el aeropuerto de Palma, que tuvo que gestionar demoras y desvíos de cientos de kilómetros en los enlaces más transitados del cielo veraniego: los que conectan Mallorca con sus principales mercados turísticos, es decir, Alemania, Reino Unido y los países nórdicos. Porque aunque en fuentes de la empresa pública que gestiona los aeropuertos españoles (Aena) circunscribían ayer el efecto de la huelga a la cancelación de cinco de 21 de enlaces de Son Sant Joan con destinos franceses, la realidad es que el cerrojazo en los cielos galos se contagió a todo el norte y el centro de Europa en forma de retrasos de hasta ocho horas en las conexiones con Mallorca.

"La jornada se ha ido complicando conforme se acumulaban vuelos y retrasos. [Los aviones] han tenido que alejarse de Francia y se han buscado opciones alternativas [para conectar el centro y el norte de Europa con Balears]", comentaba un controlador, de turno ayer en Son Sant Joan, que hablaba de aviones que llegaron ayer a Eivissa y Mallorca tras desviarse por Italia e incluso por Argelia.

El resultado es el que leen en el titular: al cierre de esta edición, en Son Sant Joan habían sufrido retrasos de más de 45 minutos un total de 186 vuelos, de los 682 movimientos previstos en total para ayer. Y aún quedaba toda la operativa de la noche, con lo que los vuelos con retrasos graves rondaron los 200 casos, una cifra que podría repetirse diariamente hasta el fin de semana: los controladores franceses planean seguir con sus paros hasta el día 29.

Alemania y Reino Unido

En Mallorca, los pasajeros más afectados por la huelga fueron alemanes y británicos: aunque la protesta era francesa, apenas había 21 enlaces programados con tierras galas, mientras el grueso de la actividad de Son Sant Joan se concentraba en conexiones con ciudades alemanas y de las islas británicas. Los ingleses fueron de hecho los más castigados: durante toda la jornada, los enlaces con Manchester superaron las cuatro horas de retraso, mientras los de Bristol, Londres, Cardiff, Birmingham, Newcastle y Liverpool rondaban las tres horas de demora media. Aunque el suplicio más prolongado afectó a los viajeros que iban a Escocia: el avión de EasyJet previsto para las 10.35 horas de la mañana no despegó hasta las 18.15 horas, ocho horas más tarde de lo programado.

Entre los clientes de Mallorca, también sufrían alemanes, austríacos, holandeses, belgas y nórdicos. La mayoría de los vuelos germanos afectados por retrasos rondaron la hora de demora, aunque abundaron los casos de dos horas y se llegó al límite del hastío en conexiones como la de Graz, que acumuló 495 minutos de retraso (casi ocho horas y media), antes de tomar tierra en Palma. Los problemas se repetían en los enlaces de Copenhague, Estocolmo, Eindhoven, y las principales capitales alemanes, a los que se sumaba alguna ciudad no afectada directamente por el paro francés, pero sí por los problemas que causó en la operativa de las compañías. Así ocurrió con vuelos italianos a Mallorca que no precisaban esquivar la huelga para aterrizar en Mallorca, aunque sufrieron demoras por las dificultades de las aerolíneas para trasladar sus aviones a los puntos de partida de la ruta.

Otros lo tuvieron aún peor: ni siquiera llegaron a su destino. Fue el caso de los pasajeros de 22 vuelos en total (once despegaban de Palma y otros once aterrizaban). Las cancelaciones dejaron en tierra a viajeros con destino a Roma, París, Girona, Lyon, Bristol, Basilea, Marsella y Dusseldorf, mientras impedían aterrizar bajo el sol de Mallorca a turistas procedentes de Lyon, París, Dusseldorf, Basilea, Frankfurt, Karlsruhe o Marsella.

España sí funciona

La noticia menos mala para Son Sant Joan hay que buscarla en los cielos españoles: como quiera que los aviones de rutas nacionales no tuvieron que sobrevolar Francia, apenas hubo retrasos en las conexiones con Madrid, Barcelona y las principales capitales españolas. De hecho, más allá de la conexión de un vuelo de Ryanair a Girona (afectado por los problemas de la aerolínea para desplazar sus aviones entre el norte y el sur de Europa), apenas hubo un retraso de 46 minutos en el aterrizaje de un vuelo de Madrid, otro de dos horas en un enlace de ida y otro de vuelta con Santiago, y una demora de una hora en la conexión con Valencia.

Hoy la huelga de controladores aéreos sigue en Francia, desde donde aseguran que el 75% de los vuelos se realizarán, aunque advierten de retrasos similares a los de ayer.

Las cifras

186 vuelos

Enlaces con llegada o salida de Son Sant Joan que acumularon más de 45 minutos de retraso

En total ayer estaban previsto 682 movimientos en la terminal, que ya vive días de actividad máxima por la temporada turística. Al cierre de esta edición se habían retrasado más de 45 minutos un total de 186 enlaces, casi todos con Alemania, Reino Unido, Francia, Holanda y países nórdicos. Pero el dato creció con certeza: faltan por computar los retrasos de la operativa de la noche de ayer.

495 minutos

Retraso máximo en rutas con Son Sant Joan

La mayoría de retrasos fueron de entre una y tres horas, pero un vuelo desde Graz aterrizó con ocho horas y media de retraso. Hubo casos similares con Edimburgo y Ginebra.