El Govern no tendrá más remedio que asumir el resultado de esta decisión del Tribunal Superior, porque la sentencia no se puede recurrir. La demanda que han tenido que resolver los jueces ha sido relativamente sencilla, por cuanto el concierto que firmaron los farmacéuticos y el Govern establecía que el Ejecutivo tendría que asumir el pago de los intereses que se generaban cuando abonaba los medicamentos con retraso. Sin embargo, el tribunal ha tenido que fijar la fecha a partir de la cual deben contabilizarse los intereses, ya que se trataba del único punto que discutía el Govern con el Colegio de Farmacéuticos de Balears.