El invierno va camino de borrar a Balears del mapa turístico. Cuando más intenso es el debate sobre la necesidad de alargar de temporada y más satisfecho se muestra el Govern Bauzá con su política para lograrlo, los datos enfrían cualquier ensoñación: según revelaba ayer el Ministerio de Turismo, entre enero y marzo, la llegada de turistas extranjeros a las islas cayó un 24%, un descenso que coincide con la subida del turismo foráneo en el resto de destinos españoles, que se apuntaron el éxito de crecer incluso en marzo, pese a que el año pasado la Semana Santa cayó en ese mes y esta vez ha sido en abril.

Así que Balears es la única que se muestra incapaz de calentar el invierno turístico. Los números describen de hecho el peor primer trimestre para el turismo desde el año 2000, que es cuando empieza la serie estadística que mide el movimiento de extranjeros. Entre enero y marzo, llegaron a las islas 693.982 viajeros, frente a los 868.845 de hace un año o los 1.291.546 de 2008. Es decir, en los últimos seis años el turismo de invierno se ha reducido a la mitad. Y si se mide solo la evolución en los tres años de acción política de este Govern que dice haber reducido la estacionalidad, Balears ha perdido 186.759 turistas de invierno con José Ramón Bauzá al frente de la comunidad. De este modo, la islas inauguran ahora la temporada en la que esperan batir todos los récords de actividad veraniega , después de haber padecido el peor invierno del siglo.

Y no solo por el turismo extranjero. Porque mientras se desploman las llegadas de viajeros internacionales, los españoles le dan la espalda a las islas a la hora de buscar una escapada de invierno. Nuevamente, los datos oficiales son demoledores y hablan de un archipiélago cada vez más aislado por la falta de conexiones aéreas: desde 2008 aterrizan en la isla entre noviembre y marzo un total de 299.891 viajeros nacionales menos. Entre extranjeros y españoles, a Balears se les han escapado un millón de clientes de invierno. La consecuencia de la debacle es dura: este invierno, cerraron para pasar los meses de temporada baja 7.200 empresas de las islas, una cifra que triplica los 2.000 que se produjeron en el invierno 2007. La estacionalidad se apodera de las islas.