Bartolomé Morey, exdirector de la empresa de publicidad y diseño Comunicación Creativa, la adjudicataria de la confección de la tarjeta verde, confesó en 2010 que era un auténtico maestro en el pago de sobornos.

Morey informó al juez que había facturado más de 2 millones de euros al Govern de Jaume Matas, pero no por sus habilidades creativas, sus virtudes comunicativas o lo económico de sus ofertas. Consiguió todos esos trabajos gracias a sus sobornos, que ascendían al diez por ciento de los contratos.

El empresario imputado en el caso Ibatur explicó, no obstante, que él no perdió esos 200.000 euros de cohechos: se limitó a inflar las facturas y punto pelota.

El Ibatur, organismo para el que Comunicación Creativa trabajó habitualmente, no dijo ni mu ante esa subida de las facturas. Lo importante es que las comisiones circulasen entre los responsables de la conselleria, lo de menos era la calidad del producto o su coste para las arcas públicas.

El empresario arrepentido también hizo trabajos gratis para el PP. "Ni se te ocurra cobrar eso", asegura Morey que le amenazó uno de los gerifaltes del PP.

Así se hacían las cosas en aquel Govern de Matas, que derrochaba los millones de euros públicos como si no costase nada conseguirlos y como si nunca se fueran a agotar.

Pero la corrupción ha dejado rastros y Bartolomé Morey y los supuestamente sobornados por él tendrán que ser juzgados y podrían acabar en prisión, como otros antiguos compañeros de Govern.

La tarjeta verde fue un fiasco. Un timo, que nos salió muy caro.

"El futuro está en nuestras manos", decía uno de los folletos de propaganda de la tarjeta, con una magnífica panorama de s´Albufera des Grau de Menorca como ilustración. ¿Qué porvenir?: la basura, material y moral.

Sustituir la ecotasa, un impuesto con una clara finalidad medioambiental, por la tarjeta verde fue un cuento chino, la típica artimaña política de Jaume Matas y sus acólitos.

Casi nadie pagó diez euros por algo poco útil y práctico, pero a todos nos costó una millonada aquella marrullería.