Las acusaciones del caso Nóos, la presunta trama de desvío de fondos públicos vertebrada a través del instituto del mismo nombre dirigido por Iñaki Urdangarin, barajan pedir entre 5 y 11 años de cárcel para Jaume Matas, el expresident del Govern acusado de dar un trato de favor al yerno del Rey. Matas se enfrenta a tres presuntos delitos: malversación de caudales, prevaricación y fraude a la Administración y ya reconoció en su día que aceptó financiar unos proyectos de Urdangarin porque este pertenece a la Familia Real.
El juez José Castro dictará en unas semanas el auto de fin de instrucción del caso Nóos (el paso de las diligencias previas al llamado procedimiento abreviado). De los 43 imputados que existen actualmente en esta pieza separada del sumario Palma Arena se calcula que seguirán imputados entre 15 y 20, entre ellos el también exministro de Medio Ambiente Jaume Matas.
La principal duda de ese auto será si la infanta Cristina permanece entre los encausados, algo que se da por seguro tras su evasiva y poco colaboradora declaración del pasado 8 de febrero. Junto a Cristina de Borbón seguirán implicados su marido, Iñaki Urdangarin, y Diego Torres, el exnúmero dos del entramado Nóos.
No quiso declarar
Matas, defendido por Antonio Alberca, no quiso declarar ante el juez Castro cuando fue citado para que explicase por qué su Govern otorgó casi 2,5 millones de euros al entramado Nóos por tres cometidos: la llamada oficina del proyecto del equipo ciclista Illes Balears (que recibió 20 millones de euros de patrocinio del mismo Ejecutivo) y la organización en Palma de dos foros sobre turismo y deporte llamados Illes Balears Forum.
Sin embargo, el expresident del PP de Balears manifestó a varios medios de comunicación que no pudo negarse a los requerimientos de Urdangarin porque era duque de Palma y miembro de la Familia Real, muy ligada desde hace años a las islas. Según el imputado, nunca pensó que el yerno del Rey le estaba proponiendo algo irregular.
El expresident también se defiende alegando que él tomó decisiones políticas, como apoyar los proyectos de Urdangarin, pero que delegó en sus subordinados en el Govern la tramitación de los oportunos expedientes, siempre de acuerdo a la legalidad.
No obstante, las acusaciones atribuirán a Matas los delitos de prevaricación, al dar un trato de favor al duque de Palma y de fraude a la Administración, al concederle a dedo la organización de los eventos y la prestación de servicios para el Illes Balears.
La malversación de caudales nacería de la ayuda que el expolítico dio a Urdangarin para que este pudiera desviar dinero del Govern a su empresa Aizoon, cuya propiedad comparte con la infanta Cristina.
Junto a Matas pasarán al listado de acusados otros ex altos cargos del Govern. En medios jurídicos se da por muy probable que José Luis (Pepote) Ballester, exdirector general de Deportes y antiguo amigo de los duques de Palma; Juan Carlos Alía, Gonzalo Bernat y Miquel Àngel Bonet, también sigan imputados.
Matas ya ha sido condenado en dos piezas separadas del caso Palma Arena
Matas ya ha sido condenado en dos piezas separadas del caso Palma Arena: por tráfico de influencias en favor del periodista que le escribía sus principales discursos, Antonio Alemany, y por recibir un cohecho, en forma de salario para su mujer, del hotelero Miquel Ramis. El exministro tiene pendientes, además de Nóos, otros casos derivados del Palma Arena, como Over, o la Ópera.
Lavado de capitales
Por otro lado, la fiscalía anticorrupción ha emitido un dictamen contrario a que Iñaki Urdangarin, Diego Torres y la esposa de este, Ana María Tejeiro, comparezcan otra vez ante el juez Castro acusados de blanquear dinero negro ganado por Nóos.
Estas comparecencias han sido solicitadas por la acusación popular Manos Limpias, que quiere que los tres reciban el mismo trato que la infanta Cristina, acusada de delito fiscal y blanqueo de capitales.
El juez decidirá, en breve, si imputa otra vez a Urdangarin, Torres y Tejeiro, pero ya adelantó en un auto el pasado 7 de enero que no veía delito de blanqueo en los dos primeros.
