Empleados del parque nacional marítimo-terrestre de Cabrera denuncian las malas condiciones de las dependencias donde tienen que vivir repartidos en la actualidad tras haberles desalojado el Govern de su antigua vivienda, que ahora reconvierte para uso turístico.

Los afectados critican que deben dormir en edificios que en algunos casos no reúnen los requisitos mínimos para vivir dignamente, y llegan a hablar de "barracones" en estado ruinoso. Aseguran que sus nuevas ubicaciones presentan más problemas incluso que los detectados en varios informes sobre el antiguo edificio en el que se albergaban, y que ahora está siendo acondicionado como refugio para visitantes.

Y eso que uno de estos informes, datado hace menos de un año, advertía de "condiciones de salubridad deficientes", con persianas desprendidas, entrada de agua por ventanas, humedades, cuadros eléctricos deteriorados... Pese a ello, según denuncian empleados de Cabrera, el aspecto de sus nuevas residencias es "mucho peor" que el descrito.

El pasado diciembre, el conseller de Medio Ambiente, Agricultura y Territorio, Biel Company, anunció la apertura en este año de un refugio para visitantes que permitirá que los ciudadanos que no disponen de embarcación puedan pernoctar en el parque. El nuevo albergue tendrá una capacidad máxima de 24 plazas, y se habilita en uno de los edificios de la zona de campamento que hasta hace unos meses ocupaban trabajadores que viven semanalmente en Cabrera.

El diputado de Més David Abril acusó el martes en el Parlament al conseller de "castigar" al "poco personal" que ha quedado en Cabrera tras los recortes, trasladándole "a unos barracones que no cumplen las condiciones mínimas". Abril desveló en el pleno que el Patronato del parque "no ha sido informado del albergue que se quiere hacer", y preguntó a Company sobre el porqué de esta omisión. El conseller no respondió a este punto, pero el día después -ayer- reaccionó convocando al máximo órgano rector del parque para el próximo día 27. Entre otros puntos del orden del día, los miembros del Patronato podrán conocer el plan de actividades para 2014 y un informe del director del parque, y es de suponer que en esa reunión se informará de la apertura del nuevo refugio.

En Cabrera pernoctan una decena de empleados públicos de media semanal, entre trabajadores de las empresas públicas Ibanat y Tragsa, agentes medioambientales, personal de mantenimiento y patrones de embarcaciones, entre otros. Muchos de ellos lamentan el empeoramiento de sus condiciones laborales y personales a raíz de los ajustes de la conselleria de Company.

Una de las quejas más recurrentes se refiere a los relevos, que deben producirse cada siete días; debido a los temporales que ha habido en los últimos meses, son constantes los problemas para salir en barco, afirman, y además el parque carece en invierno de tripulación operativa para ello, el barco de relevos está parado y otra embarcación (L´Imperialet) no dispone de todas las autorizaciones para navegar al no estar despachada. En ocasiones, el personal se traslada hasta Mallorca para sus días de descanso en un helicóptero del Ibanat, aunque también surgen obstáculos para ello, y lo mismo con las golondrinas que enlazan Cabrera con la Colònia de Sant Jordi. "La situación para los trabajadores del parque es muy lamentable, se nos están ocasionando cantidad de problemas", se queja uno de los afectados, que al igual que sus compañeros pide preservar su anonimato.

De hecho, Abril acusó sin rodeos el martes a Company de actuar con "un afán de venganza" contra los trabajadores en represalia porque trascendiera el "affaire de Bosch Esponja", en alusión a las "fiestas privadas" de Company y el exconseller de Educación Rafael Bosch en la isla. El diputado de Més recordó que en su día Cabrera "fue una prisión para los franceses", y apuntó que "no debería serlo ahora para la gente que cuida el parque".