El juez Miquel Florit ha acordado que se celebre el juicio contra Luis Rodríguez Toubes, el joven que se hace pasar por miembro de la alta sociedad mallorquina y que está acusado de cometer una millonaria estafa, engañando a un matrimonio que le cedió todo su patrimonio sin nada a cambio. Los hechos ocurrieron hace tres años en Llucmajor y en estos momento las víctimas han visto como todos sus bienes están escriturados a nombre del joven, que en los últimos meses ha sido detenido también por otros engaños.

En el auto de apertura de juicio oral el juez acuerda que el joven presente una fianza de responsabilidad civil que se fija en 900.000 euros. Además, el magistrado aprecia indicios suficientes contra el joven, que hace pocas semanas protagonizó un amplio reportaje en la revista Vanity Fair, en la que mantenía que era el dueño de estas fincas de Llucmajor.

La fiscal María Moretó reclama contra el acusado una condena de cuatro años de prisión. Sin embargo, los abogados Eduardo Valdivia y Jaime Campaner, que representan a los dos perjudicados, solicitan que el acusado cumpla ocho años de prisión. También piden que se anulen las escrituras por las que las víctimas cedían todas sus propiedades a Luis Rodríguez Toubes.

Según la acusación, el joven convenció al matrimonio para que les cediera estas propiedades para que ellos después pudieran obtener una rentabilidad. Esta pareja le cedió las 15 fincas que tenían repartidas por varias localidades, además de entregarle 200.000 euros en metálico. El dinero se lo había pedido Luis para que pudiera mostrar una solvencia. El joven les había prometido que nunca ejecutaría estas escrituras, pero lo primero que hizo fue firmar una permuta con un contructor, para cederle una finca situada en primera línea de mar.

No es la única causa por la que el joven ha sido detenido. Hace pocos meses se le arrestó por otra estafa, esta vez con un lote de joyas. Una joyería de Madrid le cedió una serie de piezas valoradas en 500.000 euros, que Luis Rodríguez Toubes vendió (sin pagarlas) a un precio muy inferior.

El juez Florit exculpa al constructor, defendido por Jaume Riutort, que realizó la permuta del solar de Llucmajor.