Lluís Pomar, catedrático de Geología de la UIB, pone la voz discrepante entre toda la avalancha de críticas a las prospecciones que la empresa Cairn Energy pretende realizar en el subsuelo marino balear.

Así, el catedrático considera que la prospección sísmica en tres dimensiones no tendrá "ningún impacto" sobre el fondo marino. "Es una prueba similar a un TAC o a una radiografía sónica en la que se verá cómo es la estructura del terreno", sostiene el catedrático, que también rechaza las objeciones de los ecologistas al proyecto. "Según ellos estas pruebas destrozarán el mundo, pero no es así. Sobre el efecto que tendrán sobre la fauna marina, no soy un experto, pero los barcos que emiten estos sonidos navegan muy despacio y si a una ballena que se encuentre cerca le molesta el ruido, se irá a otro lugar y no pasa nada", discrepa.

Estas pruebas se hacen en todo el mundo y nunca han originado problemas, dice Pomar, que admite no obstante que "todo tiene un riesgo excepto quedarse en casa sin hacer nada. Queremos desplazarnos en coche y para ello necesitamos el petróleo y, por tanto, hay que buscarlo. Y que no me hablen de los coches eléctricos porque estos vehículos necesitan de electricidad y esta se obtiene de las centrales alimentadas por carbón o fuel o por la energía nuclear. Nos limitamos a poner la contaminación en otra parte. Como España, que se declara país libre de energía nuclear pero compra a Francia el 80% de la energía generada en este tipo de centrales", revela la inconsecuencia de la política energética de este país.

"La energía eólica no puede sustituir a los combustibles fósiles, la solar resulta carísima y no apostamos por la energía nuclear. ¿Qué nos queda hacer?", se pregunta.

Sobre los posibles riesgos de un derrame de crudo accidental en caso de que siguiera adelante la prospección, Pomar señala de que los primeros interesados en evitar un incidente de este tipo son las petroleras que explotan el recurso, que ya se ocupan de poner las medidas de seguridad necesarias. Recuerda que British Petroleum, tras el vertido que provocó en el Golfo de México, está casi arruinada tras pagar las indemnizaciones que ha tenido que afrontar por el accidente.

"¿Puede haber un accidente? Sí. Pero también lo pueden tener los miles de petroleros que navegan por el Mediterráneo o los propios cargueros que abastecen de gasolina a Mallorca. Todo tiene un riesgo, como lo tiene coger un coche. Se trata de una decisión que han de tomar los políticos atendiendo a las necesidades del país", concluye el catedrático.

Por su parte, Pedro Robledo, director regional del Instituto Geológico Minero en Balears, tras matizar que no dispone de información sobre el proyecto que pretende llevar a cabo Cairn Energy en aguas del archipiélago, recalca que "la zona del Mediterráneo balear donde se pretenden llevar a cabo las prospecciones es de baja actividad sísmica" y coincide con Pomar en que las prospecciones objeto de la polémica se han realizado "millones de veces por todos los lugares del mundo y que yo tenga conocimiento nunca ha pasado nada. Por contra, permitirían conocer mejor el subsuelo", apunta como hecho positivo.