El exconseller de Territorio del Consell de Mallorca Bartomeu Vicens y el exvicepresidente insular Miquel Nadal han reconocido haber cobrado parte del soborno de cuatro millones de euros que la promotora Sacresa habría abonado a altos cargos de la institución insular a cambio de resultar adjudicataria de los solares palmesanos de Can Domenge. Ambos han salido de prisión, donde cumplen condena por varias causas de corrupción, para declarar durante aproximadamente tres horas ante el juez que instruye estas investigaciones, Enrique Morell.

Tal y como ha ratificado Vicens, -condenado en firme a tres años de prisión por una pieza del caso Son Oms, a otros tres años por otra pieza del caso Maquillaje y a ocho meses por el caso Can Domenge-, tanto la expresidenta del Parlament y del Consell Maria Antònia Munar, como Nadal, él mismo y la propia Unió Mallorquina (UM) -desaparecida a raíz de los numerosos casos de corrupción que pesan sobre sus espaldas- percibieron hasta un total de cuatro millones de euros por la venta irregular de los solares.

Según han informado fuentes jurídicas, el letrado de Munar, José Antonio Choclán, ha interrogado con dureza a Vicens, quien sitúa a la exdirigente 'uemita' entre los perceptores del cohecho. El exconseller ya entregó a mediados del pasado año ante la Audiencia Provincial de Baleares hasta un total de 160.000 euros de la dádiva investigada, lo que junto al escrito que presentó para confesar estos hechos llevó a la Fiscalía Anticorrupción a interponer una denuncia y a registrar las viviendas de Munar y Nadal sin que en ellas se hallase rastro del dinero que presuntamente cobraron por el amaño del proceso.

Por su parte, Nadal, quien en repetidas ocasiones ha asegurado querer confesar pero sin entrar en los detalles de la operación, ha manifestado que recibió parte del dinero, cuando estaba en su moto en un parking de la calle General Riera de Palma, de parte de Vicens. Según ha apuntado, destinó las cantidades a financiar diversas comidas y eventos organizados por UM. No obstante, ni Vicens ni Nadal se han puesto de acuerdo sobre quién dio la orden para que se pagara el soborno.