Medio millar de personas registraron en 2013 en Mallorca su testamento vital. No obstante, los mallorquines siguen viendo con recelo dejar una declaración de voluntades anticipadas a los médicos y hospitales, como lo demuestra el estancamiento de las cifras, muy similares desde 2011 en comparación con el elevado crecimiento interanual que se experimentó hasta entonces. Balears también continúa por debajo de la media española en este sentido, cuya tasa de declarantes inscritos es de 3,10 por cada 1.000 habitantes.

El recién terminado 2013 se cerró con 554 nuevos registros en Mallorca, 35 más que en 2012, lo que supone un incremento del 6,7%. En Menorca los nuevos testamentos vitales presentados el año pasado fueron 80, y 69 en Eivissa-Formentera. El cómputo global en la Comunidad Autónoma fue por tanto de 703 nuevas declaraciones de voluntades anticipadas. Por sexos, 437 pertenecían a mujeres, y 266 a hombres. En cuanto a la procedencia, 490 testamentos vitales se realizaron a través de la administración, 211 ante notario y 2 a través de testigos.

El testamento vital es un documento mediante el cual la persona manifiesta los tratamientos médicos a los que acepta someterse en caso de sufrir una enfermedad incurable o alcanzar una situación de coma irreversible o similar, y no estar en condiciones de lucidez mental para expresar su voluntad.

En resumen, sirve para que el paciente exprese hasta qué punto quiere que su vida pueda ser prolongada artificialmente, esto incluye desde aceptar o rechazar la respiración asistida, ser alimentado por una sonda, la sedación paliativa... El testamento vital también permite formalizar el deseo de donar los órganos.

Balears promulgó la Ley 1/2006 de 3 de marzo, de Voluntades Anticipadas. Desde su entrada en vigor ese año, y hasta 2011, el número de declaraciones de voluntades anticipadas fue notablemente in crescendo.

En 2006, en Mallorca tan solo se presentaron dos testamentos vitales. La cifra se disparó al año siguiente, alcanzándose las 123 declaraciones. En 2008, los mallorquines que dejaron por escrito sus instrucciones previas para llegado el caso de no poder expresarlas fueron 211. En 2009, esta cantidad se duplicó, y se presentaron 441.

La cifra récord se alcanzó en 2010, año en el que se registraron 655 declaraciones de voluntades anticipadas en Mallorca. En el siguiente ejercicio (2011) ya empezó la tónica del descenso, pasándose a las 528, que se convirtieron en 519 en 2012. Pese al ligero repunte experimentado en 2013, hasta llegar a las 554, no se observa una tendencia en ascenso como la de los primeros años desde que se ofreció esta posibilidad.

El diputado socialista Vicenç Thomàs, que ha seguido con detalle la evolución de estos datos, considera que el Govern no está facilitando la formalización de testamentos vitales, en parte porque "no da a conocer ni potencia" esta figura, y tampoco porque solo pueden registrarse por escrito en la sede principal de la conselleria de Salud, en Palma e Eivissa, y en el hospital Mateu Orfila- de Menorca. La ley también prevé que pueda formalizarse ante notario. En cualquier caso, la conselleria de Salud agrupa todos los documentos de voluntades anticipadas en un único registro, del que también tiene constancia el órgano equivalente a nivel estatal.

A juicio de Thomàs, la declaración de voluntades anticipadas debería poder presentarse en los departamentos de admisión de todos los centros hospitalarios públicos de las islas, "para hacerlo más fácil y accesible".