­El juez José Castro decidió ayer adelantar en un mes, del 8 de marzo al 8 de febrero, la declaración como imputada en el caso Nóos de la infanta Cristina. Castro explica en su providencia que, al contrario de lo mantenido por las defensas, la comparecencia de la hija del Rey no es un gesto voluntario.

Los abogados Miquel Roca i Junyent y Jesús Silva, dos de los letrados de la hija del Rey, presentaron el sábado un escrito en el juzgado de guardia de Palma renunciando al recurso contra la imputación de su representada, dictada en un auto del juez que instruye el caso Nóos el pasado 7.

Este escrito llegó ayer a manos del juez Castro, que decidió la nueva fecha sin esperar a que acabaran los plazos de unos hipotéticos recursos contra su auto del día 7.

El magistrado entiende que si la propia interesada -la duquesa de Palma- ha aceptado su encausamiento y ha solicitado declarar, ninguna otra parte está legitimada para recurrir su imputación, tanto acusaciones como defensas.

La resolución añade que se ha accedido a anticipar la diligencia, pese a que las defensas no lo han solicitado explícitamente.

El primer sábado libre

El juez y la secretaria de instrucción 3 se desplazan a Valencia el 31 de enero y el 1 de febrero, sábado, para interrogar a varios testigos. El 14 de febrero, viernes, el juzgado estará de guardia y el día 15 saliente de guardia, lo que hacía que esa última jornada fuera un mal día para interrogar a la Infanta.

El sábado 22 podría haber sido el día escogido, pero tan solo representaría un adelanto de 15 días sobre el 8 de marzo.

Por eso, el instructor eligió el 8 de febrero, como primer sábado libre para la especial declaración.

La providencia asegura que antes no se podía interrogar a doña Cristina, dado que es preciso coordinar las agendas de la fiscalía y las otras partes así como dar tiempo para organizar el oportuno dispositivo de seguridad.

El escrito de los defensores de la hija del Rey no pedía expresamente un adelanto, aunque de su contenido podía desprenderse el interés de la imputada en pasar cuanto antes el mal trago, como así dedujo Castro.

La Infanta ha querido vender su renuncia al recurso contra la imputación como un gesto generoso. Así lo dice en su escrito.

Sin embargo, el magistrado José Castro se encarga de recordar a la duquesa de Palma que "no estamos en presencia de una declaración voluntaria" por parte de un imputado.

La Ley de Enjuiciamiento Criminal dispone, en su artículo 400, que el procesado podrá declarar cuantas veces quiera y el instructor está obligado a atenderle "inmediatamente", si su comparecencia está relacionada con la causa.

Pero este no es el caso de Cristina de Borbón y Grecia. Su encausamiento se deriva de un primer auto del 7 de mayo del año pasado, donde la sección segunda de la Audiencia ordenó su investigación por los presuntos delitos de blanqueo de capitales y fiscal. Fruto de las pesquisas realizadas por la Policía y de los cálculos efectuados por la acusación Manos Limpias, el magistrado Castro dictó el día 7 un segundo auto imputando a la duquesa de Palma.

Doña Cristina podía haber apelado en reforma delante del juez, y luego ante la Audiencia, esa resolución, pero ha renunciado.