El incumplimiento de otra ley o sentencia por parte de Josep Ramon Bauçà no merecería por repetido ni una línea en esta gloriosa sección. Sin embargo, en su anodino mensaje de fin de año violó la Ley de Símbolos preconstitucional que acaba de estrenar, al maltratar sin miramientos la bandera de Balears que le avergüenza. El farmacéutico bate su marca de velocidad en la vulneración legislativa, lo cual obliga a examinar su hazaña con detenimiento.

Los seguidores de las sobras completas de Bauçà recordarán que en las Navidades de 2011 y 2012 fue el único líder autonómico que discurseó sin banderas como telón de fondo. Dado que reniega de la enseña balear y no podía aparecer solo con la rojigualda, las suprimía todas en un mensaje a tono con su oratoria simplona.

Una manifestación de cien mil personas ha obligado a Bauçà a replantearse el PP castellanobalear. Por tanto, introdujo un cambio de decoración en su mensaje de 2013, más allá de ir vestido a la penúltima moda. Los escrutadores de la parafernalia presidencial advertirán que se retiró un cuadro de un estante para empotrar allí la bandera de Balears, confinada además en una caja que parece un ataúd, premonición del destino que el autor del discurso augura a su región. La torturada disposición del paño transforma a la cuatribarrada en rojigualda. El farmacéutico españoliza Mallorca hasta en sus trapos. Aparte de infringir la Ley de Símbolos o de Chirimbolos, que querría redactada con un "Artículo único: Queda prohibida cualquier bandera que no sea la de Madrid".

A Bauçà le impulsaba el tacticismo y, siempre que un fanático porfía por corregirse contra su voluntad, solo consigue empeorar la situación de partida porque le traiciona su instinto. Incluso quienes pensamos que el patriotismo es el primer refugio de los canallas, según corrigió Ambrose Bierce a Samuel Johnson, concedemos que un féretro no es forma de presentar una bandera, que debe ondear, flamear o lo que sea que haga un trapo al viento.

La patada de Bauçà a la Ley de Símbolos refuerza sus dones de alquimista. Con su retorcimiento de la tela, todas las banderas se convierten en españolas. Los intentos fallidos del farmacéutico por parecer mallorquín sólo afianzan que la ideología es una patología, en su caso acentuada hasta lo irrecuperable. Se le ha olvidado cómo escuchar.

La exhaustiva indagación precedente me ha obligado a consultar la página web del Govern. Se llama caib.es, pero le cuadraría mejor paramera.mad. Me sentía el único explorador de su desértico contenido en meses. Ni una sola descarga de sus contenidos a facebook ni twitter, ni un "me gusta" de algún entusiasta despistado del PP. A juzgar por su acogida, es insustancial y superflua, invadida por las telarañas.

Por fortuna, miles de personas me sacan del letargo del Govern a corazón parado, al interpelarme sobre el escándalo estadounidense de Sa Nostra que usted leyó primero en esta sección. Recapitulando, los directivos de la entidad llevaron a cabo una descacharrante operación inmobiliaria en la que perdieron millones de euros, a cambio de unos terrenos en Miami que nadie acierta a definir. El Banco de España utiliza este fiasco como ejemplo del desastre de las cajas. Los directivos de la institución extinta sostienen que no entendieron el contrato redactado en inglés, confundiendo compra con opción de compra. Y como lo que puede ocurrir en cualquier momento, puede ocurrir hoy, avanzamos que la lenta maquinaria judicial ha empezado a rodar, porque el Frob insiste en que los actuales gestores pueden ser culpados de desmanes heredados. El futuro de Sa Nostra se juega en la Florida, qué gran colofón para la efemérides juniperiana.

El mercado laboral se recupera al ritmo de diez minijobs por cada contrato indefinido, lo cual nos lleva al alto cargo del Govern que interpreta de manera peculiar su horario laboral. En su versión, la jornada comienza cuando abandona su casa camino de la dependencia autonómica. Al residir en Inca, la espera del tren y el trayecto consiguiente ha de pagarlo el contribuyente. Llega a su despacho pasadas las diez, y se marcha a la una porque el camino de vuelta también se incluye en el desempeño de sus funciones. En esto consiste la reestructuración de que se jacta Bauçà.

Vamos a rebatir la acusación de que nunca encontramos un dato positivo en el discurso político. Verbigracia, la reacción de Miquel Ramis al informe de Fedea que concluye que en inglés se aprende menos es ejemplar, medida, optimista, cartesiana y sin necesidad de mentir. Otra verbigracia, las declaraciones de Martí Sansaloni sobre el aborto que prepara Rajoy sintonizan con la mayoría de ciudadanos. Son manifestaciones infrecuentes, que causan contratiempos a sus autores y que impulsarían a volver a escuchar a los políticos.

La dominación alemana de Mallorca no es un fenómeno reciente La isla ya contaba en 1913 con una institución educativa en el idioma prusiano, que a finales de año montaba el entonces exótico árbol de Navidad. Como referencia histórica, el citado símbolo navideño no se documenta por primera vez en Barcelona hasta 1932. Recuérdelo cuando el farmacéutico le insista en que somos una provincia. Y si puede esperar a volver a ver La gran belleza, la universidad de CineCiutat la programa a partir del 24 de enero en versión original subtitulada. En fin, ya hemos hecho bastante daño por hoy.

Reflexión venenosa: "Quien te cuenta que otro te insulta, se está solidarizando con él".