Ha escrito libros sobre los problemas de la enseñanza en Secundaria, las perversiones de la lengua e incluso una novela histórica de intriga en torno a la Seu, y ahora la mallorquina Bárbara Pastor ha puesto la diana en los problemas de los jóvenes para hablar en público y ha diseñado un programa para integrar el arte de la oratoria en los institutos, Oratoga AEIOU; una técnica que mejora el rendimiento, el interés, el ambiente del aula e incluso la autoestima de los chavales.

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„ Es el título de uno de sus libros: ´¿Qué pasa en las aulas?´

„ Tras 20 años dando clases en Secundaria, y habiendo estado fuera de España ocho años, he comprobado que estamos dejando escapar un potencial tremendo de los chavales porque la escuela es muy aburrida para ellos. Los profesores tienen que cambiar o seguirá el fracaso y el abandono; este mensaje no gusta pero hay que tomar medidas. Y nos hemos de involucrar todos y huir del ambiente de hostilidad actual y del mensaje de negatividad que se transmite, algo que no ocurre en otros países y que perjudica a los alumnos.

„ ¿Qué medidas hay que tomar?

„ La escuela española está tan anticuada como llevar zapatos de charol con calcetines blancos. Hay que cambiar el sistema de docencia; el cómo, no el qué. Hay que abandonar la comodidad de seguir el sistema de siempre y activar medidas de trabajo activo junto a los alumnos, que no son el enemigo sino nuestros clientes. Ellos son imprescindibles y debemos darles lo que quieren. Por eso empecé el proyecto de oratoria hace cuatro años.

„ ¿En qué consiste el programa?

„ Daba clases en un barrio complicado de Madrid. Un día decidí plantar un micrófono y un atril para que fueran los alumnos, por parejas, los que explicaran el tema. Así pasan de ser sujetos pasivos a activo, cambian el ritmo y el ambiente de la clase y tienen un estímulo. Yo estoy de guía y ellos dan la clase y es que ya lo decía Sócrates, que la educación es una mauyética, que significa comadrona, quien trae a la luz. El profesor debe abrir los ojos a los alumnos; estar ahí no para darle órdenes sino para ayudarle a que se vaya haciendo preguntas y aprenda así. Pero en España sigue imperando un sistema decimonónico, incluso en la universidad.

„ ¿Su plan es extenderlo a más centros?

„ Me he trasladado de Madrid a Barcelona para ello. Ya he tenido una entrevista con la conselleria de Educación de la Generalitat y les ha encantado el proyecto y ya tengo el compromiso de algunos patrocinadores. La semana pasada tuve una sesión en un instituto de Premià de Mar que fue una maravilla. En un futuro me gustaría traerlo a Mallorca. Las sesiones se llaman Hoy toca hablar y se hacen una vez a la semana.

„ ¿Cómo responden los alumnos?

„ Al principio están aterrorizados pero es espectacular lo que llegan a hacer. Piensa que yo soy profesora de Cultura Clásica, Latín y Griego y puede ser muy difícil enganchar a los alumnos. Por eso hay que darles voz en el aula. Primero hay que enseñarles a controlar su anatomía y el arte del storytelling, buscando el gancho que más pueda impactar al público.

„ ¿España tiene en la oratoria una asignatura pendiente en comparación con otros países?

„ Vamos muy retrasados en comparación con otros países como EEUU, donde les enseñan desde pequeños a hablar en público y a contar historias. Eso es muy importante, porque así se convierten en protagonistas y ven que lo que cuentan importa a los demás y eso a nivel de autoestima es muy importante. Hay grandes compañías donde es obligatorio que los empleados hagan storytelling para evitar depresiones. Hay muchas diferencias con EEUU, allí por ejemplo los padres tienen derecho a ir a la clase de sus hijos. Yo lo hacía en mi instituto y me miraban raro, en España es impensable. Pero el profesor ha de innovar y ser valiente, e innovar no es poner una pizarra digital y ya está.

„ ¿Es buena idea convertir al docente en autoridad pública?

„ Es un disparate, el educador es un referente moral y con esta idea intentas convertirlo en guardia urbano y desvirtúas la esencia de la educación.