Jaume Matas tiene muy claro que es inocente, porque solo se limitó a pedirle a un amigo que le buscara un empleo a su mujer. Un favor por el que le acusan de un delito de cohecho y le reclaman una pena de multa. El jurado popular que dictará el veredicto de culpabilidad o de inocencia quedó ayer tarde incomunicado para alcanzar una decisión que se conocerá hoy.

El expresident del Govern aprovechó el turno de dirigirse por última vez a los miembros del jurado para pedir que le absolvieran. "Desde hace cinco años y medio estoy sometido a un proceso de investigación. Cinco años y medio después he podido demostrar que el 95% de las acusaciones graves que me han dedicado no corresponden a la realidad", dijo.

Matas reconoció: "Nunca me pasó por la mente que un día iba a ser juzgado por pedir empleo a un empresario amigo mío. Tengo la conciencia muy tranquila", dijo en su alegato, e insistió: "Me pude equivocar, pero lo hice solo por pedir a un amigo que le buscara un trabajo a mi mujer".

Precisamente, el expresident del Govern basa su línea de defensa en que el dueño del hotel Valparaíso contrató a su esposa para cumplir un favor personal a un amigo, asegurando que mantenía una estrecha amistad con el empresario Miquel Ramis. Matas lanzó un mensaje de que "sigo confiando en la justicia" y recordó que pese a todos los esfuerzos del fiscal durante tantos años de investigación "no se han encontrado pruebas que demuestren que me he apropiado de un solo euro público", sentenció.

Jaume Matas volvió a desvincular la actividad profesional del hotelero Ramis con su cargo de president del Govern. "Ramis es un amigo que nunca me ha pedido nada, no necesita nada de la administración", señaló el expresident, que confía en que los nueve miembros del jurado alcancen un veredicto de inocencia.

Su abogado, antes de que Matas tomara la palabra, intentó convencer al jurado de que no era el momento para "ajustar cuentas con nadie", ni tampoco se podía utilizar este juicio para "hacerle pagar a Matas la crisis económica que estábamos sufriendo". El abogado recordó que el caso era simple: se juzga si Matas cometió un delito al mediar para conseguir un empleo para su esposa Maite Areal, que estuvo cobrando durante un año un sueldo de 3.000 euros al mes como relaciones públicas del hotel Valparaíso, sin conseguir un solo cliente.

"Llevan cinco años investigando a Matas y no han encontrado nada. Aquí no hay dinero público, tampoco hay favores, ni licencias. No hay nada de nada", resaltó el abogado.

Arbona se apoyó en el testimonio del hotelero Ramis para mantener que Maite Areal fue contratada por amistad, no por la influencia política de Jaume Matas. Y criticó al fiscal al decir que el hotelero había mentido. "¿Qué poder tiene ahora Matas, a quién puede influir?", dijo el letrado, que detalló que él mismo había sido testigo de las dificultades que tiene el expresident cuando deambula por las calles de Palma. "Yo iba con él por la calle cuando le llamaron chorizo". También consideró lógico que Maite Areal no quisiera mencionar los nombres de las personas con las que había contactado para ofrecerles que contrataran estancias en el hotel de la Bonanova. "Areal sabe que cuando cita el nombre de una persona, la fiscalía envía a la Policía a buscarle".

También criticó la defensa que el fiscal pusiera en duda la declaración del doctor Kovacs, el único testigo que ha reconocido que contrató con el hotel por mediación de Maite Areal. Negó que el médico hubiera salido en defensa de Matas por los acuerdos que firmó con su gobierno, ya que había conseguido el mismo trato comercial con el resto de administraciones.

La defensa quiso convencer al jurado de que no era cierto que la contratación de Maite Areal fuera ficticia y que los empresarios se limitaron a pagarle un sueldo todos los meses para premiar a su marido. "El contrato es cierto y existía", dijo Arbona, que reiteró que la esposa del president se limitó a cumplir las órdenes del hotelero. "La carrera política de Jaume Matas no solo está acabada, está enterrada", señaló el abogado para defender las declaraciones de los testigos a favor de su cliente.