Todo queda en manos del jurado popular, cuya decisión será definitiva. Las siete personas que tendrán que pronunciarse sobre este caso de corrupción que afecta al expresident del Govern de Balears quedaron ayer incomunicadas hasta que alcancen un veredicto. Una incomunicación que se produjo una vez que el magistrado Juan Jiménez, que ha presidido este juicio, les entregó el objeto del veredicto. En el documento aparecen redactadas las ocho preguntas que tendrán que responder para alcanzar un veredicto definitivo.

El juez también les explicó las líneas que deben cumplir para resolver el trabajo que se les ha encomendado. En este juicio los miembros del jurado se han mostrado especialmente atentos al desarrollo de la vista. Han planteado preguntas clave, no solo al expresident Matas, sino a los principales testigos, para disipar dudas de la versión que estaban contando. Ayer tarde no consiguieron alcanzar un acuerdo. La incomunicación continuó en el hotel. No existe un pronóstico definitivo del tiempo que puede tardar el jurado en alcanzar un veredicto, pero lo más lógico es que la decisión se conozca hoy. El caso se centra en determinar si Maite Areal fue contratada por la amistad que Jaume Matas tenía con el propietario del hotel Valparaíso o detrás de este acuerdo existía un interés en premiar al entonces president del Govern.

En el caso hipotético de que Matas fuera declarado culpable, en ningún caso la condena supondría el ingreso en prisión. El fiscal solo pide pena de multa.