"Debemos participar en la vida de los centros e implicarnos en la educación de nuestros hijos para luchar contra un conflicto que no existía, el que se han inventado [el Govern balear y el Gobierno español] con el TIL y la Lomce". Rosa Deyà, madre de alumnos del colegio es Pont, sintetizaba ayer una de las conclusiones muñidas en dos días de intenso debate en el edificio sa Riera de la Universidad, escenario de unas jornadas organizadas por la plataforma Crida para analizar el impacto de las dos reformas educativas recién aprobadas por el PP (TIL y Lomce), y plantear alternativas de futuro. En los debates participaron profesores, padres, sindicalistas, filólogos de renombre y estudiosos de la educación, como el catedrático Martí March, que en la última mesa redonda de las jornadas criticaba la estrategia educativa del PP. March la resumía en un intento de "hacer catastrofismo (...) descalificando todo el sistema y lo que se ha conseguido (...), porque ven la educación como un instrumento de manipulación política e ideológica que no controlan". Frente a ello, los numerosos participantes en dos días de maratón de mesas redondas coincidían en la necesidad de implicarse en la vida educativa para articular un sistema que consagre "el derecho a la educación con igualdad de oportunidades". "El TIL y la Lomce crean desigualdad social, lingüística y educativa", denunciaba Maria Antonia Font, profesora y, sindicalista y activista antiTIL.