Es una disposición, de esas que aparecen al final de la normativa, pero ahí está. Es una posibilidad que estaba en el primer decreto del Tratamiento Integrado de Lenguas (TIL) aprobado en abril y que sigue vigente tras la aprobación del decreto ley de principios de septiembre. Los centros educativos que, una vez ya aprobado su proyecto TIL, no dispongan del profesorado necesario para impartir las materias en inglés pueden impartir estas asignaturas en catalán y castellano "de forma equilibrada" y "transitoria".

Así lo recoge la disposición transitoria primera del decreto TIL (el firmado por el entonces conseller Rafael Bosch), que precisa que para que un centro se acoja a esta posibilidad ha de comunicarlo y argumentarlo a la dirección general de Planificación. Este punto de la primera normativa sigue vigente ya que el decreto ley del 7 de septiembre, aprobado para esquivar la suspensión temporal del TIL dictada por el TSJB, precisa que del primer decreto sólo queda anulado el anexo que hace referencia al calendario de aplicación y el artículo 20, además de las instrucciones emitidas a posteriori por el secretario autonómico Estarellas. Todo lo demás, incluida esta disposición, sigue vigente.

Equilibrio frente a inmersión

De esta forma, el propio decreto abre la puerta a que en determinados centros este curso no se aplique el TIL en lo que a inglés se refiere y que únicamente se traduzca en la disminución de las horas de catalán en los colegios donde predomine en el horario o a la inversa con el castellano. La disposición no habla de porcentajes concretos de horas de presencia entre una y otra lengua; se utiliza de nuevo el término "equilibrio". Para la conselleria de Educación, según señaló el propio Estarellas al inicio del curso, una presencia equilibrada no tiene porqué significar que las dos lenguas oficiales estén al 50%: una puede acaparar más horas que la otra. Lo que Educación no tolerará es la inmersión total en lengua catalana, ya que para el Govern sería "dar un paso para atrás".

En la vuelta al ´cole´ hubo centros que constataron la falta de profesorado, carencias que una vez iniciadas las clases tras la huelga varios siguen arrastrando. Por ejemplo, así lo han denunciado docentes del instituto Joan Alcover que aseguran que les faltan profesores de matemáticas con el nivel B2, o como apuntaron el 13 de septiembre desde el colegio Mestre Colom de Bunyola, cuando señalaron que podrían aplicar el TIL "a medias" al no tener suficientes docentes preparados.

Para la Conselleria el argumento de la falta de profesorado no se sostiene. Ha repetido en diversas ocasiones que para este curso sólo eran necesarios 470 profesores con el B2 cuando la Conselleria asegura que ya tiene 3.870 docentes con ese nivel.

Por otro lado, los sindicatos, la Assemblea de Docents, la Plataforma Crida y la Federación de Asociaciones de Padres FAPA están ultimando una documentación para remitir a los centros y coordinar así una estrategia conjunta de desobediencia basándose en argumentos jurídicos. La base de su argumentación es que se ha de respetar lo que aprueben los consejos escolares de cada centro, ya que según la Ley Orgánica de Educación (LOE), vigente pero con los meses contados porque la LOMCE se aprueba hoy en el Congreso, son estos órganos de participación los que tienen la capacidad de votar los proyectos lingüísticos. Hay varios en la isla que ya han votado volver a los proyectos anteriores anteriores al TIL, pero la consellera Camps insiste en que estos órganos no pueden en ningún caso aprobar decisiones que pasen por encima de la normativa de la Conselleria.

Opinión de Oliver Araujo

Y según el catedrático de Derecho Constitucional de la Universitat, Joan Oliver Araujo, hay normas estatales básicas que las comunidades autónomas deben cumplir, según afirmó ayer en declaraciones a la Ser, donde explicó una sentencia "de un caso parecido" a la situación de Balears que reconocía a los consejos escolares su potestad para decidir si el centro aplicaba o no la enseñanza en inglés.