David Cabo (Zaragoza, 1976) es ingeniero informático y psicólogo. Director de la fundación Civio, persigue la transparencia de la Administración que también ha investigado en sus páginas ´dondevanmisimpuestos.es´ y ´tuderechoasaber.es´. Colabora en el programa de Ana Pastor en La Sexta. El 1 de octubre expondrá en el Club de este diario su actual proyecto, "Quién manda, poniendo cara a los que mueven los hilos en España".

-Para que se haga cargo del tipo de entrevista: "¿Cuántas personas mueven los hilos en España?"

-No me atrevería a dar un número exacto, pero unos pocos cientos. Es un fenómeno familiar, los mismos apellidos se repiten en los consejos de administración y en los ministerios. Sin caer en conspiranoias, quiero mostrar la revolving door o puerta giratoria entre los organismos públicos y el poder económico.

-¿Qué debo hacer para ser una de las personas que mueven los hilos?

-Te será más fácil si tienes mucho dinero, o la capacidad de influir en la legislación. Hay una corrupción más educada que los maletines, consiste en modificar la legislación para beneficiar a intereses privados.

-¿Qué debo hacer para no ser un títere de quienes mueven los hilos?

-Es muy difícil, este proyecto surge de la frustración cuando buscas una mayor transparencia sobre las relaciones entre lo público y lo privado, o sobre la rendición de cuentas. Los partidos invaden los organismos que deben controlarles, coartan su independencia.

-¿Puede citar por orden alfabético a quienes mueven los hilos?

-Botín, Godó, March, Florentino Pérez, Villar Mir,...

-¿Cómo sé que usted no pretende mover los hilos?

-Porque en Civio somos cuatro personas con muy poco dinero, y no tenemos esa capacidad. Buscamos influir, pero con el objeto de cambiar la situación. Ahora bien, si yo tuviera un poder infinito, también haría cosas mal. Por eso hay que montar un sistema que evite tentaciones.

-Tengo una mala noticia para usted, en este mundo nadie mueve los hilos.

-No creemos en conspiraciones malvadas del Club Bilderberg, con grandes planes de dominación mundial. Cada poderoso lucha por su propio interés, pero algunos con armas más gordas. Tienen acceso a la oreja de quienes legisla. Si contratas a un exministro, te quedas con sus contactos.

-Por ejemplo, el Santander contrata de asesor al imputado Rato, eso es mover los hilos éticos.

-En la puerta giratoria, contratas a una persona y a sus relaciones. Luchas contra el fatalismo porque este comportamiento se ha asumido, el España no tiene remedio.

-Usted ha trabajado para BBVA y British Telecom, que mueven hilos indestructibles.

-Obviamente, ejercen su presión, pero yo trabajaba en la fontanería y era un simple informático al teclado. El lobby no es malo en sí, porque es lógico que los fabricantes de coches quieran un Plan Renove. Sólo aspiramos a una regulación transparente. La lista de visitantes a la Casa Blanca es pública. Confiábamos en la Ley de Transparencia, pero no está a la altura.

-¿Los medios de comunicación de masas han dejado de mover los hilos?

-Tienen todavía un gran poder de influencia. Por mucho que se diga que sólo funciona Twitter, se nota el tráfico cuando sales en un periódico, y las grandes cabeceras fijan la agenda. Los periodistas seguirán existiendo, hace falta saber cómo se pagará todo esto.

-¿La democracia pende de un hilo?

-Espero que no. Ni estamos tan mal, ni la situación es irreversible. Hay que recuperar las partes sanas de la democracia, aunque nos lo ponen difícil. Los políticos no explican sus acciones, sólo quieren el escaparate.

-¿Queda esperanza en un país donde el PP destripa ordenadores y Urdangarin se evade en Suiza?

-Es importante que la indignación no decaiga. El día a día te hace dudar de la regeneración, pero soy tozudo como buen aragonés. No somos más malvados ni torpes que otros países.

-Ni siquiera sabemos el número de coches oficiales que hay en España.

-Y así, con un montón de historias. Cada vez que intentamos contrastar un dato, es una pesadilla. Por ejemplo, ningún papel oficial dice que Carromero sea asesor de la comunidad de Madrid. Si lo pides, no te hacen caso, silencio administrativo. Nuestro porcentaje de éxito en preguntas realmente contestadas sólo llega al 15 por ciento.

-¿Puede acabar usted en la cárcel, como Manning o Snowden?

-Ja, ja, creo que no. Si lee esto mi padre, se asustará. No hacemos nada ilegal, mientras que Snowden lucha contra una de las agencias más secretas del mundo. Wikileaks demostró que, si hubiera transparencia efectiva, se podría haber accedido a esa información por mecanismos adecuados.

-¿Qué pasará cuando haya elecciones y los mismos partidos sigan moviendo los hilos?

-Es una posibilidad que ya ha ocurrido. Es algo con lo que luchar, y este combate nos mantiene entretenidos y despiertos.