Nunca había estado en los primeros puestos, ni siquiera se acercaba al promedio, pero ahora Balears ha conseguido situarse definitivamente a la cola como comunidad autónoma que menos dinero destina a becas y ayudas al estudio. Según los datos publicados recientemente por el ministerio de Educación, referentes al curso 2011-2012, Balears no dedicó ni un millón a estos menesteres al quedarse en 785.000 euros (356.900 euros menos que el curso anterior).

El archipiélago ni siquiera supera la cifra de La Rioja, que tradicionalmente salvaba a Balears de ser colista, pero que en 2011-2012 destinó 330.100 euros más que el Govern de las islas, a pesar de tener dos tercios menos de habitantes. Asturias, que tiene un nivel similar de población que Balears, destinó 2,9 millones a becas educativas.

Al menos, el curso 2011-2012 el Gobierno central sí destinó más dinero a financiar becas en las islas (16,75 millones: uno más que el año anterior), pero aún así el archipiélago fue una de las regiones que menos ayudas tramitó, incluyendo tanto enseñanza obligatoria como postobligatoria. La mayoría de estas becas se refieren a libros de texto, comedor y transporte, aunque también se incluyen ayudas para necesidades educativas específicas, excelencia, compensatoria, movilidad o proyectos de fin de estudios, entre otros conceptos. Aunque el año pasado aumentara la aportación hecha desde Madrid, Balears sigue siendo una de las comunidades en las que el Estado financia menos ayudas.

Los datos del Ministerio hacen referencia al primer curso académico del Govern del Partido Popular, que subió al poder en junio de 2011. El periodo anterior el Ejecutivo autonómico del Pacte destinó 1,142 millones de euros a ayudas, 35.000 euros menos que el periodo 2009-2010. El ejercicio 2010-2011 bajó el importe global, pero se multiplicó por cinco el número de becas concedidas por el Govern. Haciendo balance de estos últimos años, desde 2008 (año de inicio de la crisis en el que Govern destinó casi dos millones a estas partidas) hasta 2012 el Ejecutivo autonómico ha reducido en un 60% su inversión, justo en los años en los que las familias han ido perdiendo poder adquisitivo y cuando más las necesitan.

Balears es la que menos dinero invierte en becas, pero, aunque sea por poco, no es la comunidad que menos ayudas reparte. En el archipiélago, el curso 2011-2012 se repartieron un total de 28.979 becas y ayudas para el estudio: el 21,94% fueron financiadas por las administraciones educativas baleares mientras que el resto vino desde Madrid. Por detrás de Illes Balears sólo está Navarra (con 15.916 ayudas) y La Rioja (con 11.075).

Estas dos comunidades además de la balear son de las que menos reciben del Estado, junto al País Vasco. Cabe destacar la inversión decidida del Gobierno vasco en estas partidas, ya que compensan la escasez de Madrid con muchas ayudas autonómicas: reciben 7.510 becas del Gobierno central, pero ellos financian otras 218.199, con los que consiguen aumentar el número total de becas concedidas hasta las 225.709, uno de los mejores datos del país teniendo en cuenta el número de habitantes. Miremos comunidades con niveles de población parecidos a Balears: Asturias financia y reparte 35.160 becas y Murcia llega hasta las 45.502, mientras que el archipiélago balear no pasa de las 6.360. En cuanto a número de becarios, las islas tiene 15.544 (la mayoría financiados por Madrid), de nuevo la cifra más baja del país tan solo por detrás de Navarra y La Rioja.

Uno de los posibles motivos que ha arrastrado a Balears definitivamente a la cola en cuanto a dinero destinado a becas al estudio es que durante los cursos 2010-2011 y 2011-2012 no se abonaron las becas de comedor. Éstas se acabaron saldando el pasado mes de junio. El retraso en la convocatoria y pago de estas ayudas ha hecho descender el número de usuarios del servicio de comedor en la isla, hasta el punto de que varios centros han tenido que clausurarlo al no poder seguir adelantando el dinero.

"Efecto perverso"

Vicenç Rodrigo, presidente de la federación mallorquina de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (FAPA), denuncia el "efecto perverso" que ha tenido el retraso en el pago de las ayudas de comedor: para recibirlas hace falta demostrar que se ha asistido al 70% de los días de servicio, pero al no haberlas cobrado hay familias que no han podido cubrir el porcentaje y quedan excluidas, "cuando son precisamente las que realmente lo necesitan", advierte Rodrigo, que desvela que incluso hay veces que sobra remanente porque no se han repartido todas las ayudas disponibles por falta de demanda.

Ante los datos del Ministerio, en FAPA lamentan no sólo el bajo importe sino también la falta de información por parte de la conselleria de Educación y las trabas para acceder. "Ha salido la convocatoria de becas para alumnos de necesidades educativas específicas y hemos tenido que informar nosotros a las familias: si no muchas ni se hubieran enterado", ejemplifica Rodrigo, que recuerda que el "sentido real" de estas ayudas es "llegar a los que más lo necesitan". Por ello, considera que Educación debería "hacer un esfuerzo" por clarificar y facilitar el acceso. Lejos de eso, apunta, FAPA se ha encontrado ahora con otra promesa incumplida: en una reunión que mantuvieron con Joana Maria Camps en julio, la consellera manifestó que las becas de comedor del curso 2012-2013 se publicarían en julio y accedió a ampliar el plazo de solicitudes hasta septiembre, dado que en verano es más difícil que los interesados se enteren de la convocatoria. Estas becas, señala Rodrigo, no se han convocado.

La caída registrada en las islas afecta tanto a las tramos de Primaria, Secundaria, Infantil y Educación Especial, como a los enseñanzas universitarias y las postobligatorias no universitarias, donde la cifra de ayudas ofrecidas por el Govern es casi simbólica: 9 (el Ministerio salva la papeleta aportando 6.397 ayudas, pero aún así, de nuevo, somos el farolillo rojo). Para Rodrigo, es "vergonzoso" e "incomprensible".

Esta última área incluye la FP, una fórmula que ambos ejecutivos insisten que quieren potenciar para mejorar el nivel formativo general; algo especialmente necesario en Balears, que ostenta una de las tasas de abandono escolar más altas del país así como el menor porcentaje de población universitaria. La Xunta gallega ofrece 13.000 ayudas para este tramo educativo.