­Un avión de Air France, procedente de París, aterrizó ayer de emergencia en Son Sant Joan al recibir un aviso de bomba. La Guardia Civil registró exhaustivamente el equipaje de la bodega de la aeronave. Al no hallar nada sospechoso, prosiguió el vuelo hacia Nigeria.

Sobre las 18.40 horas, el comandante de un avión de Air France, procedente del aeropuerto parisino Charles Degaulle, se puso en contacto con la torre de control del aeródromo palmesano para solicitar un aterrizaje de emergencia. El máximo responsable de la aeronave pidió la intervención de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para que registraran el equipaje. Al parecer, instantes antes había recibido un aviso de bomba.

El aeropuerto de Palma activó el protocolo establecido para estos casos. Una zona de Son Sant Joan quedó acotada para que no interfiriera el resto de la programación de vuelos de Son Sant Joan.

Un amplio dispositivo de emergencias se movilizó en torno a la aeronave de Air France para tratar de atajar cualquier posible contingencia. El registro del equipaje de la bodega del avión procedente de París quedó encomendado a la Guardia Civil.

Expertos en desactivación de explosivos se personaron en la zona. Los pasajeros de la aeronave tuvieron que ser desalojados durante la minuciosa revisión de todos los recovecos de la aeronave. Mientras, los efectivos del Instituto Armado analizaron todo el equipaje en busca de la supuesta bomba.

Tras la minuciosa inspección de toda la bodega y el resto de dependencias del avión, los agentes de la Guardia Civil desplazados hasta el lugar concluyeron que no existía tal bomba. Una vez informado el comandante, el avión de Air France despegó sobre las nueve de la noche con destino a Nigeria.