Miquel Nadal, el expresidente de la desaparecida Unió Mallorquina (UM), tendrá que entrar finalmente en prisión. El Tribunal Supremo ha denegado su recurso contra la sentencia de la Audiencia de Palma que le condenó a cuatro años de cárcel por malversación de fondos públicos, por lo que el ingreso en el centro penitenciario de Palma del también exconseller de Turismo en la pasada legislatura es cuestión de días. De hecho, Nadal podría seguir esta misma semana los pasos de su excompañero de partido y homólogo en el Govern Francesc Buils, que entrará en la cárcel nada más notificarle el Alto Tribunal su fallo, que se conoció la semana pasada.

Miquel Nadal fue condenado por ´regalar´ dinero público a un militante de Unió Mallorquina de Sóller, el exconcejal de Turismo Tomás Plomer, quien le brindó su apoyo político para que accediera a la presidencia de UM. Nadal le abonó 12.000 euros del presupuesto de Inestur -organismo que dependía de su Conselleria-, por un trabajo que el exedil no realizó. Plomer devolvió el dinero al ser descubierto y confesar, por ello fue sentenciado a un año de prisión.

Se enfrenta a más condenas

Nadal, que ha sido ya condenado dos veces y que esta mañana también conocerá el fallo por el caso de Can Domenge (que podría ser su tercera sanción penal) había presentado un recurso en contra de esta condena de la Audiencia, que le sancionó por su actuación como conseller de Turismo del Govern. Se da la circunstancia de que Nadal precisamente sustituyó en el cargo a Buils, quien ha sido condenado por unos hechos muy parecidos.

El exlíder de UM, que todavía tiene pendientes al menos dos causas por corrupción, fue imputado por malversación y prevaricación por el fiscal Anticorrupción Miguel Ángel Subirán, que le acusó de haber expoliado la conselleria de Turismo desviando fondos públicos a sus compañeros de partido que le habían apoyado para acceder a la presidencia del mismo, en plena batalla sucesoria de Maria Antònia Munar. Para justificar esta salida de fondos públicos la Conselleria tramitó un expediente administrativo sobre un concurso directo, por el que Tomás Plomer debía realizar un proyecto informativo que debía reflejarse en unas pantallas táctiles, que nunca llegó a realizar.

A diferencia del anterior juicio por el caso Maquillaje, en el que también fue condenado tras reconocer los hechos, Nadal intentó en este juicio defender su inocencia. El exconseller de Turismo denunció que había sido víctima de una traición por parte de sus antiguos colaboradores de la Conselleria, que formaban parte de una corriente crítica dentro del partido, y que buscaban su salida de la presidencia de UM. Afirmó que no llegó a intervenir nunca en la tramitación de este contrato público para beneficiar al solleric.

Sin embargo, esta versión no fue apoyada por el resto de acusados, que afirmaron que el contrato a Plomer había sido una decisión personal del entonces conseller. No sólo Plomer alcanzó un acuerdo previo con el fiscal para no ir a la cárcel, también lo hicieron los dos altos ex altos cargos de la Conselleria y de UM Joan Sastre y Antoni Oliver, que confesaron los hechos y fueron condenados a penas de multa.

A diferencia del caso de Buils, en el que se celebró una vista pública, el Supremo ha resuelto este recurso en base al escrito del letrado de Nadal. El Alto Tribunal avala toda la argumentación jurídica sobre la que se basa el fallo que dictó la sección primera de la Audiencia de Palma.

Hoy, el fallo de Can Domenge

Precisamente la Audiencia dará a conocer hoy públicamente la sentencia del llamado caso Can Domenge, por el que se juzga a la antigua cúpula de UM por la manipulación del concurso para vender este solar que era propiedad del Consell de Mallorca.

Cuando el tribunal tenga la notificación oficial del Supremo de que se ha desestimado el recurso de Nadal, ordenará la ejecución inmediata de la sentencia de cuatro años de cárcel, por lo que el ingreso del expolítico será inmediato.