"En la pastilla F, donde se trata a los pacientes de nivel 2 y 3, de patología más grave, hay treinta pacientes instalados en camillas, dieciocho de los cuales están pendientes de ingreso. Y en la pastilla E, donde se asiste a los críticos, a los enfermos más graves, hay ya 34 pacientes diagnosticados y también esperando a que quede una cama libre en planta para ser hospitalizados", revelaba ayer, poco antes de las dos de la tarde, un médico del servicio de urgencias que se puso en contacto con DIARIO de MALLORCA para denunciar una situación que él mismo consideró como "intolerable" para trabajadores y usuarios del hospital de referencia de esta comunidad autónoma.

Unas horas después, el IB-Salut matizó estas cifras aunque admitió que a las seis de la tarde había 32 pacientes esperando cama en alguna de las dependencias del servicio de urgencias.

Este colapso, además, se produce un día después de que haya entrado en vigor el plan de optimización de recusos sanitarios del Servei de Salut para estos meses estivales, en los que como se recordará el hospital de Son Espases ha bloqueado 139 camas de hospitalización y dos más de la unidad de cuidados intensivos.

"Hemos hablado con la dirección y nos ha pedido que hagamos un mayor esfuerzo. Pero estamos hartos de su ejercicio de cinismo que les permite decir que la demanda asistencial en verano es menor para justificar el cierre de camas. Han convertido a las urgencias en la planta que han cerrado en hospitalización. Y en cuanto a la menor presión asistencial, yo les diría que cada día tenemos más de trescientas personas requiriendo ser atendidas", prosiguió el médico, que también reveló que en la pastilla G, que atiende a los pacientes con patologías presumiblemente menos graves, los enfermos que no deberían acudir a unas urgencias hospitalarias por unas enfermedades banales, había antes de las dos de la tarde unas 20 personas pendientes de evaluación que "previsiblemente se irán a sus casas".

Fuentes del IB-Salut admitieron que ayer (por el lunes, día de la semana en el que estadísticamente se produce una mayor frecuentación de los servicios de urgencias hospitalarias) se atendieron a cuatrocientas personas en Son Espases y que la media en lo que llevamos de mes de julio se ha situado en una afluencia de 358 personas diarias, una menos de las 359 que se atendieron de promedio en la primera quincena de julio del año pasado.

De la misma manera, informaron de que en los servicios de urgencias de los cuatro hospitales públicos de Mallorca se atendió el pasado lunes a 1.035 personas, prácticamente la misma cifra que el lunes 16 de julio de 2012, cuando se asistieron 1.038 urgencias.

También el Servei de Salut quiso destacar que la semana pasada se abrieron 11 nuevos boxes en urgencias de Son Espases y que se ha contratado a cinco enfermeras para hacer frente a la mayor demanda de este servicio en los meses estivales.

Miguel Ángel Romero, de la Federación de Servicios Públicos de UGT, denunció por su parte que esta situación de colapso no es nueva, que el servicio de urgencias de Son Espases está así desde hace dos semanas y que se trata "de un nexo claro de causa y efecto con el bloqueo de camas", acción que el sindicalista también denunció que se lleva haciendo paulatinamente desde antes del pasado lunes, cuando oficialmente el IB-Salut procedió a bloquear las 139 camas anunciadas. "¿A quién se le ocurre bloquear camas cuando llevamos quince días con las urgencias saturadas?", se preguntaba Romero, que emplazó a las autoridades sanitarias a destinar el supuesto ahorro que obtendrán con este plan de optimización de recursos a reducir las "inasumibles" listas de espera.

Sobre el aumento de la actividad quirúrgica en el primer semestre del año que el pasado lunes publicitó el Servei de Salut, el responsable de UGT lo atribuyó únicamente al esfuerzo de los profesionales y no a una gestión más eficiente por parte de los actuales responsables de Salud.