El Govern zanja de momento la polémica de los nuevos impuestos aplazando su aprobación. Así, este lunes en rueda de prensa el conseller de Economía y Competitividad, Joaquín García, y el conseller de Hacienda y Presupuestos, José Vicente Marí, anunciaron que la tramitación de la ley que prevé la implantación de los nuevos impuestos sobre los envases de bebidas, los grandes comercios y el alquiler de vehículos se aplazará hasta la finalización de la temporada turística.

Marí reiteró la necesidad de seguir "hablando y buscando puntos de encuentro" con los distintos sectores productivos afectados y los grupos parlamentarios. "No conviene poner en marcha los impuestos en plena temporada turística", destacó Marí, que considera que no es oportuna la aplicación de la ley de reforma tributaria sin tener claros elementos como el margen de déficit público con el que contará Baleares este año, que está aún por definir por parte del Gobierno central. Además, el aplazamiento tiene que ver con "la conveniencia de preservar la actividad económica de los sectores productivos", precisó.

El conseller insistió en que esta decisión surge tras tres semanas de "un proceso de diálogo intenso" con empresarios y los grupos políticos, que han demostrado "una franca disposición" a colaborar con el Govern en sacar a Baleares de la crisis.

La intención de estos encuentros ha sido la de "conocer en profundidad y extensión los temores y problemas que detectan estos sectores" en cuanto a los nuevos impuestos que se prevén en la ley de medidas tributarias para la sostenibilidad del sistema financiero de la comunidad, afirmó.

Por su parte, el Govern explicó a empresarios y políticos sus previsiones. En este sentido, Marí considera que tras este dialogo, todos "cuentan con más elementos de juicio en la necesidad de seguir ajustando los gastos e incrementar los ingresos mientras se consigue una modificación de la financiación autonómica".

"El Govern considera preferible una reforma fiscal en figuras de imposición indirectas antes que subir, por ejemplo, el tramo del IRPF porque supone una retirada de renta directa a la ciudadanía que hubiera tenido un efecto masivo en el consumo", detalló Marí.

Este aplazamiento no significa una retirada, aclaró el conseller, que ha informado de que la tramitación de la ley de medidas tributarias volverá al Parlament en septiembre, y mientras tanto las conversaciones con el sector productivo y político continuarán.

Marí precisó que cuando el Govern plantea una ley es para su aprobación pero que la que prevé aún tiene varios factores que debe tomar en cuenta antes de la aprobación de los impuestos, por lo que "se han de tomar las decisiones cuando se tengan todos los datos sobre la mesa".

Señaló que la ley de medidas tributarias tiene vocación de permanencia, pero condicionada a su efectividad y a que su aplicación suponga mayores ingresos.

Por su parte, el conseller de Economía y Productividad, Joaquín García, resaltó que la aplicación de los nuevos impuestos antes del verano podía provocar problemas a todo el sector productivo que ya tenía comprometida la temporada turística sin tener en cuenta los nuevos tributos, y podía haber interrumpido las contrataciones.

García apuntó la necesidad de posicionar económicamente a Baleares en donde se encuentra actualmente, con lo que ha puesto en valor datos como la caída consecutiva del paro en los últimos seis meses y el incremento de la afiliación a la Seguridad Social. Sin embargo, señaló la necesidad de tomar estos datos con "cautela", ya que son necesarios "muchos meses de valores positivos" para apuntar a un verdadero crecimiento.

Para los sectores productivos, el aplazamiento de la tramitación de la ley es "una buena noticia" y un "acierto", aunque, como afirmó la presidenta de la Asociación de Restauración Mallorca, Pilar Carbonell, insistirán hasta el final en la retirada de los tributos.

En relación a la fijación del déficit público para Baleares, Marí cree que se podrá determinar este mes o a inicios de julio y ha reiterado que la comunidad defiende los criterios de un déficit asimétrico, similar al desigual sistema de financiación autonómica que tiene el conjunto de España.

En este sentido, Marí manifestó que "un mayor margen de déficit no es ninguna alegría". "Lo que ha defendido Baleares es que no sería buena noticia que se fijaran objetivos superiores a los conseguidos al final del ejercicio anterior. Sería una mala señal", dijo.

"No aspiramos a un mayor déficit sino a cambiar el sistema de financiación", enfatizó el conseller de Hacienda del Govern.

PRESIÓN DE LAS GRANDES PATRONALES

El pasado viernes Diario de Mallorca publicó que las grandes patronales tenían la intención de llevar al Govern ante los tribunales si persistía en su intención de implantar estos impuestos.

La presión era tanta que a principios de mayo el PP llegó a insinuar que los rebajaría o que podía llegar a retirarlos.

Ayer lunes, antes del anuncio del Govern, la portavoz del PSIB, Francina Armengol, aseguró que "la única decisión posible es la retirada de los impuestos", aunque reconoció que si esto ocurre se crearía "un agujero de 115 millones, que se sumaría a los 100 millones previstos por el Convenio de Carreteras, del cual no se sabe nada a mitad de año".

Por su parte, el portavoz del grupo parlamentario MÉS, Biel Barceló, también pidió la retirada de los impuestos y destacó que el Govern convocó esta rueda de prensa sin avisar, lo que ha provocado un "desconcierto absoluto" ya que no han dicho "nada a nadie".

Cabe recordar que el desencuentro del Govern y el sector empresarial ante este tema le costó el cargo al exvicepresidente José Ignacio Aguiló, según varias patronales. La polémica más grande era, con diferencia, la relacionada con el impuesto sobre los envases, dado que afectaría a sectores de la importancia de la hostelería y de las grandes empresas comerciales. Ante las tensiones creadas, el Govern intentó aplicar algunos cambios sobre el diseño inicial y paliar así la impopularidad de esos tributos, como fue el excluir la leche de los envases que deberían pagar. Sin embargo, la oposición empresarial se mantuvo firme, y además de amenazar al Ejecutivo con llevarlo ante los Tribunales, se anunciaron también campañas informativas para que los ciudadanos conozcan el impacto que los tributos tendrían sobre sus bolsillos.

El pasado viernes la portavoz del Govern, Núria Riera, aseguró que la negociación de los nuevos impuestos con los sectores afectados no estaba pendiente del objetivo de déficit que finalmente se fije para Baleares, por lo que la prolongación de las conversaciones solo responde a la voluntad de "consensuar".

Este lunes, el Govern anunciaba que la decisión de aplazar los nuevos impuestos ha sido adoptada tras reunirse con los diferentes sectores empresariales y grupos parlamentarios, y después de que éstos empresarios les apuntasen, entre otras cosas, que la implantación de estos impuestos no estaba recogido en los precios que tenían para esta temporada turística.