"En Mallorca se habla mallorquín, en Menorca el menorquín, en Ibiza el ibicenco y en Formentera el formenterense". Esta frase pronunciada por el president del Govern, José Ramón Bauzá, justo después de preguntarle si alguna vez había utilizado la palabra catalán para referirse al idioma que se habla en Mallorca, ha desatado la polémica y abierto la caja de los truenos al considerar que puso en duda la unidad de la lengua. La declaración la realizó en la entrevista publicada por Diario de Mallorca el pasado domingo. No solo los lingüistas creen que el president cuestiona la unidad de nuestro idioma, también destacadas personalidades de la sociedad civil mallorquina, que nunca se han caracterizado por su radicalismo lingüístico, discrepan de la visión del jefe del Ejecutivo autonómico.

"No me gusta que los políticos usurpen la autoridad lingüística y pongan en duda nuestra lengua, el catalán de Mallorca". En estos términos se pronunció el canónigo de la Seu Joan Darder. Como él, personajes de relieve en Mallorca consideran que en Balears se habla el catalán con las variedades de cada isla, cada pueblo o cada barrio. Es el caso de Ramón Servalls, Rafael Perera, Mercè Gambús, Josep Francesc Conrado de Villalonga, Tomeu Vidal, Joan Huguet o Valentí Puig.

El artículo 4 del Estatut d´Autonomia de Balears es claro y diáfano: "La lengua catalana, propia de las Illes Balears, tendrá, junto con la castellana, el carácter de idioma oficial". Asimismo, en el artículo 35 añade: "Las modalidades insulares del catalán de Mallorca, Menorca, Eivissa y Formentera serán objeto de estudio y protección, sin perjuicio de la unidad de la lengua".

A pesar de la contundencia y claridad del Estatut d´Autonomia, el president Bauzá no calificó a nuestra lengua como catalán en ninguna de las tres preguntas formuladas por este periódico en la entrevista del pasado domingo. Cuando se preguntó al president por qué no utilizaba el nombre de catalán para nombrar a nuestro idioma afirmó: "No voy a crear conflictos donde no existen". No obstante, algunos de los consultados por este periódico coincidieron en que este Govern "ha creado un problema modificando las normativas lingüísticas consensuadas y aceptadas por la amplia mayoría de los partidos y ámbitos sociales desde el año 1986". Asimismo, piensan que objetar o discutir la unidad lingüística del catalán en Mallorca puede "crear un conflicto de dimensiones graves".

Las opiniones

Ramón Servalls, director de las bodegas Macià Batle, aseguró: "Cuestionar la unidad de la lengua es ir en contra de la ciencia y de la historia, del mismo modo que tampoco se pueden cuestionar las características lingüísticas de Balears". Servalls recordó que el Estatut d´Autonomia deja bastante claro que nuestro idioma se denomina catalán. "El mallorquín es una forma de catalán, son la misma lengua y no tiene sentido ponerlo en duda. Lo que me preocupa es que cada vez más se reduzca el uso social de nuestra lengua", apostilló el director de Macià Batle.

El abogado, expresidente del Mallorca y exconseller de Cultura del Govern Cañellas, Bartomeu Vidal, cree que con la lengua no está "sucediendo nada nuevo". "Es la ausencia -prosiguió Vidal- de las clases sociales con una amplia burguesía dinámica e identificada con las características identitarias de Balears y sus variaciones". El letrado tiró de ironía para reafirmar la unidad de la lengua catalana: "Cuando se producen estos debates (sobre la denominación de la lengua) yo hablo con mi tío, que no es nada ilustrado. Me contesta que aquí hablamos el mallorquín y el forastero, es decir, el habla coloquial. Me parece que están intentando traspasar a los libros el habla coloquial, espero que no ocurra. De igual modo, espero que tampoco ocurra que se pase a los libros la forma de tratar y diagnosticar a inmigrantes con tuberculosis".

El también abogado y exmagistrado Rafael Perera es de la opinión que en Balears "no se debe crear crispación innecesaria con la lengua, ya que es un tema resuelto" desde hace décadas en nuestra Comunidad Autónoma. Perera, en la actualidad presidente del Consell Consultiu, se apoyó en los artículos del Estatut d´Autonomia para recordar que la Ley Orgánica de Balears habla de la variedad insular del catalán de forma nítida y transparente. "Debemos defender la modalidad mallorquina del catalán, que es lo que nos pide el Estatut. Del mismo modo, tampoco podemos aceptar que nuestra forma de hablar sea considerada como un catalán de inferior calidad al que utilizan en Cataluña". Perera rechazó la introducción de términos muy catalanizados y defendió las modalidades isleñas dentro de la lengua catalana.

El canónigo de la Seu y expresidente del Cabildo Catedralicio de Mallorca, Joan Darder, se mostró tajante: "Aquí hablamos catalán de Mallorca. Yo soy sacerdote, no lingüista, pero no me gusta que la clase política quiera usurpar continuamente la autoridad de los lingüistas a la hora de tratar y regular la lengua. Los políticos no pueden dirimir estas cuestiones". El sacerdote afirmó que aprendió a "amar nuestra lengua estando fuera de Mallorca. Consideré absurdo tener que escribir las cartas a la familia en castellano". Recordó que "el catalán llegó a Mallorca con el Rey Jaume I y poner en duda esta cuestión es como decir que en otras zonas de España no hablan castellano, se expresan en otro idioma".

"Alfabetización cultural"

La doctora en Historia del Arte, exvicerrectora de la UIB y responsable del Grupo de Investigación y Conservación del Patrimonio Artístico Religioso de la Universitat balear, Mercè Gambús, consideró que existe "un problema cultural grave". "Poner en duda la unidad de la lengua catalana demuestra que se tiene un gran desconocimiento de nuestra historia, nuestra lengua y nuestra realidad cultural. Es evidente que debemos proteger nuestra modalidades dialectales con sus diferenciaciones, sin embargo tenemos una lengua común y quienes lo discutan solo pretende crear confusión en una cuestión resuelta desde hace muchos años en Balears", afirmó Gambús.

La profesora universitaria arremetió con dureza contra el president Bauzá por sus afirmaciones en la entrevista publicada por este periódico el pasado domingo. "Creo que simplemente debemos pedir a un president de nuestra Comunidad Autónoma que esté alfabetizado culturalmente y conozca la historia y la cultura de nuestra tierra antes de hablar", señaló. "La ignorancia es nefasta en estos casos". Mercè Gambús pidió al Govern de José Ramón Bauzá que antes de tomar determinaciones sobre la lengua se "asesore con expertos lingüistas y con la Universitat, que son los que pueden hablar desde el punto de vista científico de la lengua".

El escritor, columnista y exdirector general de Cultura del primer Govern de las islas, Valentí Puig, afirmó que "es indudable que el mallorquín, el menorquín o el ibicenco forman parte del tronco central de la lengua catalana. Es importante que se reconozca la unidad lingüística, pero también la diversidad. Las formulaciones radicales, tanto hacia una parte como hacia la otra, no son buenas". Puig, autor de más de 20 libros, consideró que tanto daño hace a nuestro idioma los que cuestionan la unidad como los que ponen objeciones a las variedades dialectales.

En este sentido, el escritor Valentí Puig se lamentó de que no se tenga el mismo reconocimiento para el catalán de Mallorca que para el de Cataluña. El escritor mallorquín recordó la claridad del Estatut a la hora de referirse al catalán y declinó valorar las decisiones políticas: "Los políticos que digan lo que consideren oportuno. El mallorquín es la forma de catalán que se habla en las islas", apostillo.

Josep Francesc Conrado de Villalonga, presidente de Microbank de La Caixa y conseller de Cultura en el Consell General Interinsular, fue muy claro en su opinión sobre esta polémica lingüística. Habló de "desconocimiento científico" de los que discuten y ponen objeciones a que en las islas se habla catalán. "Me parece -aseguró Conrado- un despropósito dudar de la unidad de la lengua catalana. Nadie en Sudamérica cuestiona que su lengua sea el castellano".

El presidente de Microbanck alertó de las posibles consecuencias de polemizar con la lengua: "Creo que se trata de un intento de crear división y de conflictivizar un tema resuelto desde hace muchos años en nuestra Comunidad. Es preciso que se tenga mucho cuidado con estas cuestiones para evitar un conflicto grave".

Huguet cita a Borja Moll

Joan Huguet, abogado, profesor, exvicepresidente del Govern, expresidente del Parlament y exsenador citó al filólogo menorquín Francesc de Borja Moll para demostrar que en las islas "se utiliza el catalán propio de Balears".

Según Huguet: "Me parece una discusión banal e improductiva. Yo recomendaría que leyeran el libro de Borja Moll, publicado en 1931, cuando compara el mallorquín con el catalán es un dialecto y cuando lo compara con el francés es nuestra lengua", aseguro. El veterano abogado quiso dejar claro que "no existe la lengua balear, lo que existe es la lengua catalana propia de Balears".

El expolítico menorquín era vicepresidente del Govern de Gabriel Cañellas cuando se aprobó el Estatut d´Autonomia y la Ley de Normalización Lingüística. Recordó que el Estatut trata "con mucha inteligencia esta cuestión al apuntar que nuestra lengua es el catalán propio de les Illes Balears, pero se deben potenciar y proteger las modalidades de Mallorca, Menorca, Eivissa y Formentera".

El presidente de Afedeco, Bartomeu Servera, o la empresaria de restauración Pilar Carbonell son más partidarios de la postura de Bauzá. "A pesar de que oficialmente se denomine catalán, se llama mallorquín", indicó Servera. Por su parte, Carbonell es de la opinión que nuestra lengua "no se debería llamar catalán, aquí la gente utiliza siempre el mallorquín".