Una de cada cuatro mujeres de Mallorca padece incontinencia urinaria, una patología que consiste en la pérdida involuntaria de orina y que causa importantes problemas a las pacientes y reducen de forma drástica su calidad de vida. El Grupo de Estudio de Incontinencia Urinaria, formado por enfermeras de Atención Primaria, junto con el servicio de Urología de Son Llàtzer y la unidad de investigación de Atención Primaria, evaluaron a 673 mujeres residentes en Mallorca adscritas al hospital de Son Llàtzer y a los 14 centros de salud de su sector de influencia.

La prevalencia de incontinencia urinaria fue del 24%. De las 673 mujeres visitadas, a 164 se les detectó algún tipo de incontinencia.

El estudio se realizó de manera minuciosa seleccionando de forma aleatoria mujeres mayores de 30 años de los 14 centros de salud de Atención Primaria de la zona del Migjorn de Mallorca, el área de influencia del hospital de Son Llàtzer. El doctor del servicio de Urología de Son Llàtzer, Miquel Rebassa, es uno de los autores del trabajo estadístico sobre esta patología entre las mallorquinas. Rebassa reveló otro dato importante que arroja el estudio: "El 70% de las mujeres que padecían incontinencia urinaria no se habían puesto en manos de los servicios sanitarios para buscar una solución a su problema. Los motivos por los cuales no solicitaron ayuda fueron que consideraban que era un problema propio de la edad o que no se podía hacer nada. Otras, simplemente por vergüenza, convivían con el problema".

Relacionada con el sobrepreso

El doctor Rebassa explicó que existen diversos tratamientos efectivos contra este problema. Una de las primeras recomendaciones es la pérdida de peso, ya que esta patología está muy relacionada con el sobrepeso. De las pacientes con incontinencia urinaria, un 37% de ellas sufría sobrepeso y otro 35% era obesa. Ninguna de las mujeres con bajo peso que se sometió al estudio del hospital de Son Llàtzer tenía pérdidas de orina.

La edad y el haber tenido hijos son otros de los factores que aumentan el riesgo de padecer incontinencia. Del total de las mujeres con pérdidas de orina, un 17,3% tenían entre 29 y 49 años, un 40,1% entre 50 y 69 años, y un 42,6% eran mayores de 70 años. Asimismo, el 89% de las mujeres con incontinencia urinaria habían tenido hijos, mientras que sólo un 11% no había dado a luz.

El trabajo también analizó el nivel cultural de las pacientes que sufren esta problemática. Resulta curioso que de las pacientes con esta patología, únicamente un 6,5% tengan estudios universitarios. En cambio, un 43% solo llegaron a los estudios primarios. El doctor Miquel Rebassa explicó que "estas cifras no son muy relevantes. Puede que las mujeres con una mayor formación se cuiden más y busquen ayuda para solucionar el problema".

Existen varios tipos de incontinencia urinaria. Las más comunes son la de urgencia que consiste en la urgente necesidad repentina de orinar. La incontinencia de esfuerzo se produce cuando se pierde orina durante actividades como caminar, hacer ejercicios aeróbicos o incluso estornudar y toser. La mayor presión abdominal asociada con estos eventos hace que la orina se escape. También existe la incontinencia urinaria mixta que es una combinación de las dos patologías anteriores.

El doctor Rebassa explicó que la idea del estudio "surgió en el Servicio de Urología de Son Llàtzer. El jefe de Servicio, el doctor Carlos Gutiérrez, sugirió la posibilidad de realizarlo en Atención Primaria. Hemos tenido la colaboración de mucha gente. De forma especial la del departamento de enfermería con Joana Maria Taltavull a la cabeza y naturalmente del responsable de la Unidad de Investigación de Atención Primaria, Joan Llobera".

Según American Medical System (AMS), empresa líder mundial en la salud pélvica, el 86% de las mujeres afectadas por incontinencia urinaria temen sentir rechazo social y tienen un alto riesgo de padecer episodios depresivos. Esta entidad ha lanzado una campaña de concienciación para ayudar a las mujeres que sufren esta problemática.

Los hombres padecen esta patología en mucha menor medida, según el doctor Rebassa.