Se cumplen catorce años de la matanza de Columbine, en la que los jóvenes Eric Harris y Dylan Klebold asesinaron a 13 pesronas en uno de los ataques más mortíferos producido en una escuela de secundaria en la historia de Estados Unidos. Juan Manuel Morales, un joven mallorquín de 22 años, planeaba homenajear a sus ídolos Kebold y Harris emulando la matanza en la Universitat de les Illse.

Morales planeaba sembrar de bombas la UIB el día del aniversario de Columbine. Sin embargo, la Policía frustró sus planes. Fue detenido por la Policía Nacional tras cinco meses de investigaciones y un exhaustivo seguimiento cuando acababa de recibir 140 kilos de productos químicos que había adquirido por internet y que son utilizados habitualmente por grupos terroristas para fabricar bombas. Entre estos productos destacaban 125 kilos de nitrato de amonio, que le habrían servido de base para fabricar decenas de bombas. El nitrato de amonio había sido utilizado antes por Anders Breivik, autor de los atentados en Oslo y de la matanza de 77 personas en la isla de Utoya y por Timothy McVeigh en el atentado que en 1995 mató a 168 personas en Oklahoma. En España, ETA solía utilizarlo para la fabricación de explosivos.

Juan Manuel Morales había diseñado durante meses un minucioso plan que debía culminar hoy con la colocación de las bombas en el campus de la UIB. La intención del joven era causar el máximo daño posible volando uno o más edificios del campus. De hecho, días después de la detención se descubrió que estaba estudiando varios métodos para aumentar la potencia de los explosivos. Según se dijo entonces, su plan era “sembrar de bombas” la universidad y recorrer el campus armado matando al mayor número posible de estudiantes y profesores.

La llamada 'Operación Columbainero' puso fin a los planes de Morales mucho antes de que se convirtieran en lo que muy probablemente hubiera sido uno de los mayores atentados en la historia del país.

Para detenerlo, fueron claves las pistas que el mismo Morales había dejado durante meses en internet, unos comentarios que lo definen como un joven solitario, admirador de los autores de la matanza de Columbine y con múltiples problemas sociales. A sus 21 años, era un joven introvertido con una única fijación, la violencia, y un ideario nazi y xenófobo. Antes del pasado verano, se había pasado varias semanas leyendo el Mein Kampf de Hitler en la biblioteca de Cort. También había intentado sin éxito comprar armas de fuego en el mercado negro y obtener una licencia por la vía legal, aunque la Guardia Civil le denegó el permiso.

En páginas y blogs extremistas del inframundo de internet y con el alias de 'Subzero91' dejó algunos de los mensajes que delatan sus obsesiones: “En Columbine no murió nadie que no se lo mereciera”, dijo. O también, refiriéndose a uno de los asesinos del instituto americano: “No hablarle ni tenderle una mano viéndole así es ser culpable, que se jodan. Solo se debe lamentar que no llevara más munición, tendría que haber incendiado esa universidad”. Y al mismo tiempo que recordaba la masacre en el instituto americano, en varias ocasiones afirmó: “Busco gente en Mallorca para hablar del tema”.

Todos estos indicios no hicieron más que aumentar las sospechas sobre Morales y su seguimiento se amplió. Durante meses, sus movimientos fueron controlados de cerca por el Grupo de Información de la Policía Nacional. El pasado 4 de octubre fue finalmente detenido a las puertas de su casa. Se había independizado hacía poco tiempo y vivía únicamente de los ingresos que obtenía jugando a póquer por internet.