El turismo ruso se comporta como una máquina bien engrasada. Desde posiciones modestas, crece de forma constante en Mallorca a un ritmo de dos dígitos anuales. En 2013 continuará por esa misma senda y a la misma velocidad de crucero.

El principal touroperador ruso para España prevé incrementar el trasiego de clientes hacia Mallorca en torno al 40% durante 2013. A este mercado se suman los ucranianos, con un avance del 35 %, según los datos que difundió esta compañía durante el congreso que celebra estos días en Palma con directores de agencias de viajes ucranianas.

Los viajeros rusos superaron el pasado año la barrera de los cien mil en Balears, hasta alcanzar los 105.125. Según datos de Frontur, el Instituto de Estudios Turísticos de España, el año pasado el número ucranianos que visitaron España rondó los 84.016, incluyendo a los que residen en nuestro país. En 2013, esta cifra podría crecer hasta los 110.000 visitantes y residentes. De esta cantidad, unos 35.000 podrían recalar en Mallorca, afirmó el general manager de NT Incoming, Joan Pascual.

El cliente ucraniano, según datos de Natalie Tours, realiza un gasto medio por persona de 164 euros y su estancia media es de 10,4 días. El avance del turismo ucraniano en 2013 está ligado al incremento de una a tres frecuencias semanales desde las ciudades más importantes del país: Kiev, Kharkov y Donetsk.

El congreso de Natalie Tours con las agencias de viajes de Ucrania atrajo a las principales autoridades de la isla: el presidente del Govern, José Ramón Bauzá, el alcalde de Palma, Mateu Isern, y el conseller de Turismo, Carlos Delgado. Durante su intervención, Bauzá afirmó que Baleares quiere "esforzarse" por ser un destino "líder" para el mercado ucraniano. "Por este motivo asistí personalmente junto con el conseller de Turismo a la feria turística MITT celebrada el pasado mes de marzo en Moscú", dijo.

Por su parte, el alcalde de Palma, Mateo Isern, manifestó que "Palma es un destino turístico los 365 días del año" ya que, a los atractivos clásicos de destino de sol y playa, hay que añadir una "competitiva" oferta cultural, monumental patrimonial, deportiva, náutica, de compras y gastronómica.

Isern fue objeto de la anécdota de la jornada, ya que las agentes de viaje ucranianas hicieron cola para fotografiarse con él.